El de ayer, frente al UCAM Murcia, fue el último partido profesional de Omar Cook. El base estadounidense del Casademont anunció al término del choque, cuando se confirmó la salvación del Casademont, que pone fin a 21 temporadas en el baloncesto de élite.

"Ha sido mi último partido", señaló entre lágrimas a los micrófonos de Movistar Plus, en unas declaraciones que llegaron por sorpresa. "El baloncesto es mi vida y después de 21 años de carrera no quería retirarme con un descenso", añadió el jugador, descargando la tensión vivida en la última jornada, con esa salvación agónica.

Se marcha una leyenda, un clásico de la ACB. Se marcha un jugador que ha honrado durante 21 campañas la profesión.

Tras salir elegido en el puesto 32 del Draft de 2001 con Orlando Magic, Cook inició su aventura profesional en Estados Unidos. Los Fayetteville Patriots se convirtieron en su casa en dos etapas diferentes, intercaladas por su estancia en los Portland Trail Blazers y sucedidas por su firma con los Toronto Raptors.

Una etapa previa a tomar la decisión de dar el salto a Europa para construir una prestigiosa trayectoria en el viejo continente. A lo largo de más de una década, vistió los colores de Belfius Mons-Hainaut, BK Samara, Strasbourg IGB, AX Armani Exchange Milán, Lietuvos Rytas o Buducnost por todo el continente. Diversas etapas que combinó con sus estancias en España, país en el que, antes de llegar al Casademont el pasado verano, vistió las camisetas de Unicaja Málaga, Valencia Basket, Baskonia, Movistar Estudiantes, Herbalife Gran Canaria y, por último, Hereda San Pablo Burgos.

Otras reacciones

Santi Yusta y Adam Waczynski también hablaron al término del encuentro. El alero madrileño, uno de los artífices de la victoria gracias a sus nueve puntos, aseguró que el vestuario estaba «muy feliz» por haber logrado la salvación en el último momento.

Waczynski, por su parte, agradeció el apoyo de los aficionados del Casademont que ayer recorrieron kilómetros y kilómetros para apoyar al equipo en el Palacio de los Deportes de Murcia. «Ellos han venido para ayudarnos en la grada y estoy contento y orgulloso por la gente. Hemos elegido el camino más difícil para salvarnos pero estamos muy contentos», explicó el polaco, que también firmó un partido soberbio.