baloncesto

El Casademont cae con claridad en Burgos y agrava su situación en la Liga Endesa

Perdió por 78-56 y se despeña a zona de descenso a la LEB. 

Santi Yusta (Casademont) y Julian Gamble (Burgos) en una de las jugadas del partido
Santi Yusta (Casademont) y Julian Gamble (Burgos) en una de las jugadas del partido
Efe

El Casademont Zaragoza no tiene defensa... y en Burgos solo anotó 56 puntos. O sea, tampoco tiene ataque. El Casademont Zaragoza no tiene nada. Ayer cayó a puesto de descenso superado con holgura por un Burgos, rival directo en la lucha por salvar el pellejo, que le ganó cuando y como quiso. Después de arrastrarse por la pista, en los minutos finales acabó consultando el teléfono móvil siguiendo por internet la jornada de la ACB, a ver si el Breogán le ganaba al Obradoiro en Lugo, para que no empeorara todavía más el percal. Menos mal que Musa está que se sale en el Breogán, que ganó por un pelo al Obradoiro (80-78) con una canasta del genio bosnio. También derrotó el Manresa al Andorra (94-60). Fue lo único positivo de una tarde en la que tantas esperanzas había depositadas en el cambio de entrenador y el fichaje de un refuerzo exterior. Pero Sakota y Kilpatrick no fueron factor en un Casademont que se desangra.

La quinta derrota consecutiva, el revés que deposita por primera vez en la temporada al Casademont en zona de descenso, con ocho famélicas victorias, se fraguó en un santiamén, en un primer cuarto que retrató todas las miserias de un equipo pusilánime, sin alma. El 28-13 que señalaba el marcador en el minuto 10 pintaba la cara de un conjunto aragonés incapaz de vertebrar cualquier concepto mínimamente coherente, ya fuera en ataque o en defensa. El Burgos atrapó la victoria con una solvencia insultante. Lo hizo sin agobios, con un estirón inicial que no podría remontar el Casademont. Y, lo que es peor, lo desarrolló sin completar un gran partido. Le bastó con exprimir la extraordinaria capacidad de anotación de Jarell Eddie, autor de la fuga inicial, que sería definitiva. Después, adquirida la ventaja, se dejó llevar hasta un final en el que la única incógnita residía en saber si los locales ganarían por una o por dos docenas. Al final, por 22 puntos. Uno más que en la ida, cuando perdimos de 21. Y con este equipo nos estamos jugando la salvación... Como lo decidan los ‘averages’, lo tenemos claro...

Todo quedó ventilado en el tramo inicial, decía. Y eso que un partido de baloncesto no es una carrera de velocidad, sino de fondo. Pues con el tirón inicial le bastó y sobró al Burgos ante un Casademont sin energía para reaccionar y hacer sentir su aliento en el cogote del rival en ningún momento de la representación. Hubo intercambio de canastas en el inicio. El 0-3 de Waczynski constituyó la única ventaja aragonesa en toda la tarde. Una canasta aquí y otra allá en los primeros cinco minutos. Se anotaba con fluidez. Nadie defendía. Mediado el primer cuarto, Jarell Eddie pidió el balón y dijo esto lo gano yo. Estas determinaciones suelen acaecer en el último cuarto. Ante el Casademont, Eddie lo hizo en el primero. Un triple para iluminar el 12-8 fue su primer bingo. Contestó Thompson 12-10. Una acción de pívot puro de Nnoko elevó el 14-10. Desde aquí hasta la pirmera meta volante, todo lo haría Eddie ante un rival que se quedó paralizado. De 14-10 a 28-13 al paso por el minuto 10. Cinco minutos excelsos de Eddie y un cero pelotero de un Casademont que solo anotó un triple, obra de Cook, en estos cinco malditos minutos. Mientras, una canasta de dos de Eddie (17-10), otro triple (20-10), otro más (23-10), el referido triple de Cook (23-13), otra canasta de dos de Eddie (25-13) y un triple de Eddie para poner fin al primer cuarto (28-13). Ver para creer: 16 puntos de Eddie en 10 minutos. Qué fácil es anotar cuando el rival no defiende ni a tu sombra...

Intentó reaccionar el Casademont en el segundo cuarto. Eddie seguía enrachado y abrió la anotación del segundo acto (30-13), pero Vanwijn y Bone comenzaron a meter. El Burgos se detuvo. No volvió a encestar en los siguientes cinco minutos. Un triple de Santi Yusta, sin duda de lo más digno (de lo más y quizá de lo único...) en el equipo aragonés, dijó ahí estamos (33-26). El recorte pudo ser mayor, pero Waczynski la pifió. Dani Díez rompió la racha negativa local. Estaba claro que, a poco que anotara con relativa regularidad el Burgos, el partido ya tenía ganador. Un gran mate de Radoncic clausuró la primera mitad (38-28), tras un parcial de 10-17 que alumbraba una mínima esperanza.

El Burgos le había dado vidilla al Casademont. Además, como Eddie solo se gusta cuando anota, las distancias se mantuvieron dentro de una alteración tolerable. Un par de libres de Kilpatrick, una bandeja de Waczynski y un 2+1 de Thompson pusieron el marcador en 42-37. Pero contestó el Burgos, y ahora ya sería de forma definitiva. Y así, con bola para para ponerte en las mismas barbas del rival, el cuarto se acabó perdiendo por 16 (56-40), evidencia nítida de un equipo que no es que no sepa ganar, ¡es que no sabe leer el juego! Ya en los minutos finales, la ola en la grada de una tierra de secano, como Burgos, Benite jugando a lo Curry, la peña local ovacionando a Thompson (jugador del Casademont). En serio, si no fuera trágico, sería cómico. Pero no es cómico. Es un equipo que agoniza, un colectivo que necesita resucitar ya si no quiere despeñarse a la LEB, ese descenso que ayer pisó por primera vez nuestro Casademont en la actual temporada.

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Ficha técnica:

78-Hereda San Pablo Burgos (28+10+18+22): Díez (10), Philiph (2), Eddie (19), Renfroe (6), Nnoko (12) - cinco inicial - Queeley (0), Kullamae (3), Salash (0), Benite (16), Rabaseda (0), García (4), Gamble (6).

56-Casademont Zaragoza (13+17+10+16): Bone (5), Radoncic (4), Cook (3), Thompson (9), Waczynski (7) - cinco inicial - San Miguel (3), Kilpatrick (4), Yusta (11), Vanwijn (7), Mara (-), Font (-) y Hlinason (3).

Árbitros: Daniel Hierrezuelo, Arnau Padrós, Iyán González. Eliminado por cinco faltas personales Deon Thompson

Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 26 celebrado en el Coliseum Burgos ante 9006 espectadores.

Así narramos el partido por cuartos:

Primeros diez minutos totalmente controlados por los locales ante un Casademont que apenas defiende (28-13). Eddie, con 16 puntos, con una serie de 4 de 5 en tiros de tres puntos, ha sido factor determinante. El conjunto de Sakota no ofrece respuestas a un rival que ha valorado 35 en el primer cuarto.

Reacciona el Casademont en el segundo cuarto, recortando el marcador con un parcial de 10-17. Tras una canasta de Eddie (30-13), el Burgos ha estado cinco minutos sin anotar. Pese a no estar excesivamente acertado en el lanzamiento, el Casademont ha ido limando las diferencias, sobre todo con un Yusta muy metido en el partido. Con 33-26, Waczynski tuvo balón para ponerse a cinco puntos. El segundo cuarto se cerró con un gran mate de Radoncic (38-30).

Después de una notable salida de vestuario, en el que el Casademont se ha puesto a cinco puntos (42-37), un parcial 10-0 ha devuelto a poner en clara ventaja a los burgaleses. Paradójicamente, no ha pedido tiempo muerto Sakota. Los locales han logrado llegar con clara ventaja a l última meta volante del partido (56-40).

En el último cuarto, el Casademont no ha sido capaz de reaccionar, y tras un parcial (22-16) ha caído con mucha claridad por 78-56, en un resultado que retrata la situación del conjunto aragonés, que se hunde más si cabe en la tabla.

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