Raúl Aranda: "Aragón es uno de los focos del coleccionismo de clásicos"

Aranda (Madrid, 1970) preside la Federación Española de Vehículos Antiguos y dirige un taller de restauración. Recientemente visitó Zaragoza.

Raúl Aranda posa con varios coches clásicos en la tienda Imporauto, en Zaragoza.
Raúl Aranda posa con varios coches clásicos en la tienda Imporauto, en Zaragoza.
Oliver Duch

¿Cómo termina un asesor fiscal como restaurador de coches?

Me cambié por pura devoción. Todos tenemos que dedicarle muchas horas al trabajo, y estar en algo que no te motiva es un drama. Arriesgué para poder dedicarme a lo que me apasiona.

Dirige Cochera Clásicos, uno de los pocos talleres de restauración integral de vehículos clásicos que hay en España.

Está en Cercedilla (Madrid) y hacemos todo el proceso de restauración de los vehículos, algo que no se puede entender sin todos los oficios que lo componen. Además, también nos dedicamos a la venta.

¿Cuál es su especialidad?

Aunque hay otras marcas que me encantan, profesionalmente me dedico únicamente a Mercedes.

¿Resulta fácil encontrar mano de obra para trabajar en el sector de los vehículos antiguos?

No, porque las carencias que tenemos en la formación profesional son dramáticas. Con las reformas educativas que han surgido, no se ha terminado de encontrar un modelo de FP que motive a los jóvenes. Los estudiantes que terminan estos ciclos tienen formación escasa, que además no se ajusta al mercado laboral. Esta es una de las viejas demandas de la Federación Española de Vehículos Antiguos (FEVA).

¿Desde hace cuánto tiempo preside esta federación?

Desde 2018. Tras formar parte de la junta directiva, pasé a ser el presidente.

Este año hay elecciones. ¿Se volverá a presentar?

No me quedará más remedio. Es algo que está asumido porque el equipo que integra la FEVA ahora es un grupo joven con muchos retos. No podemos dejarlos a medias porque se está decidiendo el futuro de los clásicos para los próximos 40 años. Si no somos capaces de impulsar una legislación que permita protegerlos como patrimonio cultural, dejaremos de tenerlos.

¿Por dónde hay que empezar?

España es el único país occidental que tiene un tributo para matricular vehículos históricos. Cualquier coche que venga del extranjero tiene que asumir un 12% del impuesto de matriculación por un vehículo que apenas va a circular, algo impensable en otros lugares. Nadie se imagina que un cuadro de Goya tuviese que pagar un impuesto por regresar a España. Es dantesco.

¿Cuántos coches tiene actualmente a su nombre?

Ocho. En estos momentos, ocho.

¿Cuál es su modelo predilecto?

Los amantes de los coches, al igual que los amantes del arte, no nos fijamos en una sola obra. Tengo muchos coches en el pensamiento, pero hay algunos que se sueñan y otros que se pueden tener. Cada vez me interesan más los que se pueden tener y disfrutar, y hoy estoy loco por comprarme un Lancia Lambda, coche italiano de los años 20.

¿Y cuál es el más caro que ha pasado por su taller?

Que hayamos restaurado nosotros, un Mercedes 300 SL ‘alas de gaviota’. Está valorado en 1,5 millones de euros. Reciben clientes de todas las partes del mundo.A la tienda acuden personas de lugares variopintos, y el coche que más lejos ha ido a parar fue vendido en Taiwán.

Y usted, ¿cuál es el viaje más largo que ha hecho a bordo de un clásico?

En el 2017 me fui en un ‘alas de gaviota’ desde Madrid hasta Austria para participar en un rally. Son más de 2.300 kilómetros por carretera.

¿Qué país tiene más afición por los clásicos?

El Reino Unido, sin lugar a dudas.

Y en España, ¿qué espacio ocupa Aragón?

Aquí siempre ha habido mucha afición por el motor. Hay varios clubes activos y colecciones de mucha categoría. Aragón es uno de los focos del coleccionismo y esperamos que las administraciones lo protejan.

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