Deporte sin lesiones

Molestias en la zona lumbar tras hacer sentadilla o peso muerto: ¿qué las causa?

Al no trabajar los músculos más pequeños se pueden producir dolores o lesiones.

Si el dolor es acentuado, es fundamental acudir al médico especialista para que valore la lesión.
Si el dolor es acentuado, es fundamental acudir al médico especialista para que valore la lesión.
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Después de una sesión fuerte de pierna, en la que se hayan trabajado ejercicios como la sentadilla o el peso muerto rumano con altos pesos, no es de extrañar que se sufran dolores o molestias en la zona lumbar tanto el mismo día como al siguiente. ¿A qué se deben? Las causas pueden ser varias: cansancio, malas posturas añadidas, una técnica pobre o mal ejecutada... Pero existen también otras razones sobre las que se puede incidir. 

El fisioterapeuta Eduardo Alastrué explica que la raíz del problema es un entrenamiento incompleto. "Estamos acostumbrados a trabajar grupos musculares grandes en ejercicios poliarticulares y no nos molestamos en trabajar de forma específica, analítica, grupos musculares más pequeños". Sin embargo, es de gran importancia trabajar ambos y aquí viene el por qué.

En la espalda tenemos diferentes capas de tejido musculares, una más superficial y una más profunda. La musculatura superficial abarca territorios anatómicos más grandes mientras que los músculos más profundos van de un punto a otro más cercano, abarcando menos. 

Ambas capas tienen dos funciones: dar estabilidad y dar movilidad. Los músculos superficiales tendrían un ratio de trabajo de un 80% de movilidad y 20% de estabilidad, mientras que estos porcentajes se invierten en los músculos más profundos: un ratio de 80% de estabilidad y 20% de movilidad.

En los gimnasios se tiende a trabajar los músculos más grandes (también más estéticos), que se encargan de movilizar grandes terrenos anatómicos, con grandes pesos. Esta lógica deja desatendida la musculatura profunda que estabiliza y aquí es dónde se produce el problema, como apunta Eduardo. "Si solo entrenamos músculos movilizadores y desatendemos a los estabilizadores, teniendo movimiento sin control, se llegan a producir dolores articulares y/o musculares por no saber gestionar bien la distribución de los roles musculares". 

La solución

Lo ideal (y la solución a estas futuras molestias) sería trabajar tanto grupos musculares grandes como pequeños con entrenamientos controlados y con consciencia corporal en el momento de la ejecución. Con un lumbar fuerte se tendrá mucho más control del ejercicio y se evitarán lesiones y dolores.

Pero, muchas veces, la gente tiende a ayudarse de elementos externos cómo cinturones o fajas, que pueden venir bien o no dependiendo del momento en el que se usen. "Estos complementos son estabilizadores estáticos externos a nosotros que no controlamos, por lo que harán la función de aportar estabilidad mientras estén puestos haciendo que nuestros elementos anatómicos encargados de dicha funcionen no trabajen", explica Eduardo. Así, al quitarnos el cinturón se notará la falta de ese elemento y se sentirá más movilidad y menos control sobre la zona en un largo plazo. 

Estos elementos pueden venir bien cuando se entrena con pesos altos y se quiere aportar una estabilidad extra que nos de confianza a la hora de realizar el ejercicio sin ningún tipo de problema. Pero deben servir solo para eso y "no debemos acostumbrarnos a usarlos en cualquier momento o en cualquier ejercicio".

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