Georgia, bálsamo o veneno para España

La Roja debe seducir a la afición y reconducir su camino hacia el Mundial de Catar en un partido trampa donde Luis Enrique moverá el árbol.

Entrenamiento de la selección española
Entrenamiento de la selección española
Pablo Garcia/RFEF

Sin apenas tiempo para asimilar las críticas, corregir defectos tácticos y hacer terapia de grupo, pero con las cuentas bien claras tras la derrota del jueves en Suecia, la selección española se mide hoy a Georgia con la obligación de ganar, revertir la mala imagen ofrecida en Solna y reanimar a los aficionados. Cuesta asimilar que Luis Enrique diga que la Roja "va a sufrir" en el Nuevo Vivero de Badajoz ante los exsoviéticos, pero sí es cierto que es el típico partido trampa: nada que ganar, ya que cualquier análisis positivo quedaría mitigado por la poca enjundia del adversario, y mucho que perder.

"Volveremos a tener dificultades y a sufrir; tenemos la ventaja de que jugamos ante nuestro público, pero os recuerdo que el partido de la primera vuelta lo ganamos en el último minuto", advirtió ayer Luis Enrique. Llama la atención que España se ejercitase en Las Rozas, en lugar de hacerlo ya en el escenario del partido como es habitual, y que el seleccionador también compareciese en la Ciudad del Fútbol. Un técnico muy criticado tras caer en Suecia y al que se le ve bastante nervioso, aunque confesó que se equivocó al manifestar en caliente que la Roja sucumbió ante Suecia porque, entre otras cosas, perdió muchos duelos individuales. Las estadísticas de Opta le desmintieron porque los españoles se impusieron el 56% de las veces en esas minibatallas con los nórdicos y los problemas fueron de otra índole, quizá táctica, estratégica o, simplemente, de acierto.

Luis Enrique: “Veo a los jugadores perfectamente concienciados”

Hace bien el técnico asturiano en recordar que el choque del pasado marzo en Tiflis acabó con una remontada agónica de España. Adelantó Kvaratskhelia al combinado de Willy Sagnol en el primer acto, igualó Ferran Torres tras una prolongación de tacón de Álvaro Morata a poco más de media hora y salvó los muebles Dani Olmo sobre la bocina. Ese precedente, disputado ya con público, tiene cierto paralelismo con este choque. La selección también acababa de tropezar, entonces ante Grecia en Granada, y Luis Enrique realizó varios cambios significativos, como también prevé hacer en tierras extremeñas.

Por ejemplo, dejó en el banquillo a Sergio Ramos y apostó por Pedro Porro, Bryan Gil y Pedri en el sorprendente once títular. Pírrico triunfo el que se produjo también en septiembre de 2012, con Vicente del Bosque aún en el banquillo español, en la clasificación para el Mundial de Brasil 2014. Entonces, resolvió un gol de Roberto Soldado a cuatro minutos del final.

"He visto bien el partido ante Suecia y soy más optimista. Hay muchas cosas positivas, también cosas a corregir, y no estuve acertado en decir lo de los duelos. Es cierto que hubo errores de posicionamiento, pero también acierto del rival en muchas acciones. Estoy más contento y con mejor idea individual de lo que hicieron algunos jugadores y con la moral a tope", subrayó ayer el seleccionador español.

Reconoció Lucho que su balance al frente de España, con solo 16 de sus 29 partidos dirigidosganados, "es mejorable", y aunque no le gusta nunca personalizar, sí salió en defensa pública del central Eric García, muy vulnerable ante los 'vikingos'. "No estoy de acuerdo en las críticas que ha recibido, está en perfecto estado; sufrimos en las transiciones, pero también sufrió el otro central (Aymeric Laporte) y estoy encantado con su rendimiento". Cierre de filas con sus soldado, pero no es descartable que tanto el azulgrana como el zaguero del City sean relegados al banquillo y salgan a escena Raúl Albiol e Iñigo Martínez.

Confesiones y autocrítica

También se prevén movimientos en el centro del campo, aunque Busquets, Koke y Soler son más aptos para un duelo unidireccional como el de hoy que para correr hacia atrás y frenar los contragolpes suecos. En ataque no hay mucho disponible, pero la baja por lesión de Gerard Moreno podría permitir la entrada del explosivo Adama Traoré o Pablo Sarabia, e incluso lo que se antoja un imposible: convencer a Luis Enrique de que no es descabellado cambiar el sistema 4-3-3.

Con dos puntos menos y un partido más que los suecos, España ya no depende de sí misma para terminar líder de grupo, pero sí para estar en el Mundial por vía de la repesca. "No estamos en la mejor situación, pero queremos ser optimistas. Ahora es nuestro objetivo no fallar más y esperar a que Suecia pinche. Vamos a esperar a que acabe la fase de clasificación y luego echaremos cuentas", explicó Busquets, capitán que dio la cara en un mal momento colectivo e individual.

Junto a Jordi Alba y Raúl Albiol, son tres los únicos supervivientes en Badajoz de la selección que conquistó la Eurocopa de 2012, el último gran título. ¿Logrará este equipo repetir los éxitos de entonces? "Todo el mundo sabe que es muy complicado, pero venimos de una hacer una buena Eurocopa y tenemos un equipo joven, por lo que hay que ser optimistas y estar esperanzados", remarcó el azulgrana, que sigue por delante de Rodrigo Hernández.

A los jugadores se les ve "responsabilizados y concienciados", por lo que no cree su entrenador que sea necesario un gran trabajo mental sobre la plantilla tras sufrir España su primera derrota después de 66 partidos de clasificación para un Mundial, en concreto desde que en los primeros tiempos de Javier Clemente cayese ante Dinamarca en 1993.

Alineaciones probables:

España: Unai Simón, Azpilicueta, Eric García o Albiol, Íñigo Martínez, Gayá, Marcos Llorente, Busquets, Soler, Ferrán Torres, Morata y Sarabia.

Georgia: Loria, Chabradze, Khocholava, Kashia, Azarovi, Kankava, Aburjania, Tsitaishvili, Qazaishvili, Kiteishvili y Kvilitaia.

Árbitro: Tiago Martins (Portugal).

Hora: 20:45 h. Nuevo Vivero de Bajadoz.

Televisión: La 1

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