Rafa Mir, en el nombre del padre

El delantero cartagenero logra un histórico 'hat-trick' saliendo desde el banquillo, 29 años después de que una grave lesión apartara a su progenitor, Magín, de Barcelona'92.

Tokyo 2020 Olympics - Soccer Football - Men - Quarterfinal - Spain v Ivory Coast - Miyagi Stadium, Miyagi, Japan - July 31, 2021.  Rafa Mir of Spain   celebrates scoring their fourth goal REUTERS/Amr Abdallah Dalsh[[[REUTERS VOCENTO]]] OLYMPICS-2020-FBL/M-TEAM11-QFNL-000300
Tokyo 2020 Olympics - Soccer Football - Men - Quarterfinal - Spain v Ivory Coast - Miyagi Stadium, Miyagi, Japan - July 31, 2021. Rafa Mir of Spain celebrates scoring their fourth goal REUTERS/Amr Abdallah Dalsh[[[REUTERS VOCENTO]]] OLYMPICS-2020-FBL/M-TEAM11-QFNL-000300
AMR ABDALLAH DALSH

La familia de Rafa Mir (Cartagena, 24 años) tenía una deuda pendiente con los Juegos Olímpicos desde hace tres décadas. Y el delantero del Wolverhampton la saldó este sábado con su histórico 'hat-trick' ante Costa de Marfil, el primero que logra un futbolista saliendo desde el banquillo en un torneo olímpico. Su padre, Magín Mir, se quedó hace 29 años a las puertas de Barcelona'92. Era un estupendo defensa central. Tenía entonces 19 años y ya había debutado en Primera con el Mallorca. Formaba parte de la 'quinta del Cobi', liderada por Guardiola, Kiko, Alfonso, Luis Enrique, Juanma López, Solozábal, Abelardo y Chapi Ferrer. Pero una grave lesión de rodilla le apartó de aquellos Juegos y su carrera empezó a torcerse.

Magín, un zaguero con una capacidad de anticipación y una calidad con el balón en los pies inusual en los defensas de principios de los noventa, tuvo que empezar de cero y fichó por el Cartagena, en Segunda B. Como albinegro completó dos campañas espectaculares. En la ciudad portuaria nació su hijo Rafa. Y el tren de la élite volvió a pasar por su puerta. Tenía un precontrato firmado con el Sevilla de Bilardo, donde iba a compartir vestuario con Maradona, Suker y Simeone. Pero el partido antes de firmar por el conjunto sevillano sufrió una lesión gravísima jugando en el campo del Sporting Mahonés.

Cuando Magín se recuperó, la oferta del Sevilla había desaparecido. Pero sí pudo firmar por el Albacete de Víctor Espárrago. Castigado por un sinfín de lesiones musculares, solo pudo disfrutar un año de la Primera División con el conjunto manchego. Elche, Real Murcia, Sóller, Gramanet, Gimnástica Segoviana, Mar Menor, Sangonera y Muleño fueron el resto de equipos de Magín, cuya trayectoria no fue la que todo el mundo esperaba cuando era un fijo en las categorías inferiores de la selección española.

Con todo, lo peor vino poco después de retirarse. Mientras disputaba una pachanga con amigos en Murcia sufrió un ictus. Uno de ellos era médico y le salvó la vida. Tenía 35 años y a Magín le quedaron secuelas en la vista para siempre. Su hijo mayor, Rafa, despuntó desde muy pequeño. Su padre quiso que probara con el fútbol sala antes de saltar al fútbol y en una temporada en el benjamín A de ElPozo Murcia hizo 136 goles. Vino el Barça y se lo llevó a La Masía. Rafa se pasó los seis primeros meses llamando a su madre, Cristina, rogándole que fuera a recogerlo y lo llevara de vuelta a Javalí Nuevo, la pedanía de Murcia donde la familia tiene su residencia y el lugar en el que el chico tiene todos sus amigos y sus recuerdos de la infancia.

"Perdimos un hijo, el que se fue a Barcelona. Y ganamos otro. Porque la casa no se quedó vacía", cuenta Magín a este periódico. Cristina, maestra interina que sigue al pie del cañón en las aulas, se quedó embarazada y nació David. Se lleva doce años con su hermano Rafa y ha heredado de él su facilidad para marcar goles. Esta temporada ha sido el máximo anotador del alevín del Mallorca y, aunque solo tiene 12 años, ya es seguido de cerca por los mejores clubes de España.

Rafa no es el único Mir presente en los Juegos de Tokio. Su primo segundo Nicolau Mir ha participado con el equipo español de gimnasia artística. Son hijos de primos hermanos, pero ellos se consideran directamente primos, ya que pasaron muchos veranos juntos jugando en las calles del Coll den Rebassa, el barrio mallorquín donde reside la mayor parte de la familia Mir. Mantienen el contacto, han coincidido estos días en la villa olímpica y han subido varias fotos juntos en Tokio. Nicolau cumplió con nota el pasado sábado en su debut en unos Juegos y fue el segundo mejor gimnasta del conjunto español que acabó en duodécima posición en la clasificación por equipos.

Mucho más cerca de una medalla está su primo Rafa, que ayer entró de lleno en la historia del fútbol olímpico, con un triplete saliendo desde el banquillo que nadie había conseguido anteriormente. Alimentó además el debate sobre la necesidad de que la selección de Luis de la Fuente juegue con un '9' de referencia. El técnico riojano no tiró del cartagenero hasta el minuto 90, cuando Costa de Marfil anotó el 2-1 y el equipo español estaba eliminado. «Cuando vi que nos marcaban fui directo al banquillo sin que me llamaran», confesó Rafa Mir al acabar el choque.

También habló de su futuro. "A ver si espabila mi agente porque llevo un mes que...¡Madre mía!", bromeó. Tiene un año más de contrato con el Wolverhampton, que exige 18 millones por él tras su fructífera cesión de esta última temporada en el Huesca (13 goles). Betis, Valencia y Granada están interesados en su fichaje, pero ninguno de los tres puede pagar la cantidad que piden los ingleses. El pasado mes de enero fue ofrecido al Barça, club que lo descartó cuando era infantil y lo mandó de vuelta a Murcia. Ronald Koeman no lo vio. Diego Pablo Simeone, sin embargo, sí lo tiene en su agenda y el Atlético podría ir a por él en el tramo final del mercado de fichajes. Con actuaciones como la de este sábado en Sendai, cualquier cosa es posible para Rafa Mir.

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