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Jessica Springsteen, la hija olímpica del 'Boss'

La amazona estadounidense competirá a lomos de Don Juan van de Donkhoeve, un semental belga de doce años que ha sido su compañero de viaje durante el último ciclo olímpico.

La amazona Jessica Springsteen en una competición, en una imagen de archivo.
La amazona Jessica Springsteen en una competición, en una imagen de archivo.
Reuters

El equipo de saltos de Estados Unidos cuenta en Tokio con una amazona de apellido ilustre. Cuando suena su nombre por la megafonía de los campeonatos la mente vuela y retintinea el rock. 'Born to run', 'The River', 'Thunder Road'... tin, tin. Clink. Yeeah. La música de su padre resuena al instante en el imaginario colectivo, pero es Jessica Springsteen la protagonista en ese momento.

La deportista quiere atraer los focos también en sus primeros Juegos, a los que llega convencida de poder subir al podio para cumplir su sueño de niña. Un sueño que lleva años persiguiendo y que ya se le ha escapado en dos ocasiones. En Londres 2012, a donde acudió como reserva, se quedó a las puertas de competir y en Río no pudo hacerlo por una lesión de su caballo. Por eso, estos Juegos de Tokio son mas especiales para ella y una alegría tremenda en la casa familiar.

"Están muy emocionados, como yo, y espero que se sientan muy orgullosos de mí cuando acabe la competición. Siempre me han apoyado desde que era una niña y este era mi sueño desde aquellos primeros momentos. Por eso siento que es un viaje que hemos hecho juntos", apuntaba hace algunas semanas la atleta, que desgracidamente no podrá estar acompañada por sus padres en Tokio debido a las restricciones por el coronavirus. Ellos, Bruce y Patty Scialfa -compositora musical-, la seguirán desde la granja familiar en Colts Neck, donde todo empezó cuando apenas tenía cuatro años.

A esa edad empezó a montar Jessica, que muy pronto pudo disfrutar de su pasión de más cerca. La familia se trasladó definitivamente a la granja de Nueva Jersey cuando tenía alrededor de nueve años y desde ese momento su crecimiento deportivo no paró de progresar. "Vivíamos rodeados de animales: pollos, cerdos, vacas... Todo lo que imagines. A mí lo que me gustaba era estar con los caballos, nunca quería perderme una clase y ese compromiso y dedicación que tenía entonces lo mantengo el día de hoy", apuntaba la amazona poco antes de llegar a Tokio.

Allí competirá a lomos de Don Juan van de Donkhoeve, un semental belga de doce años que ha sido su compañero de viaje durante el último ciclo olímpico. "No hay nadie con el que me gustaría compartir este momento más que contigo", escribía cariñosa Springsteen en sus redes sociales.

Mensaje dedicado al equino que le ha aupado a su sueño. Ahora, juntos, tratarán de ir un poco más allá. De llegar a ese podio que culminaría un deseo gigante y que colmaría sus aspiraciones deportivas. Medalla que atravesaría como un rayo el rancho familiar, donde Bruce y Patty seguirán atentos el ritmo de su hija. Salto tras salto hasta la victoria final.

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