competiciones base y amateur

El deporte está de vuelta

Las ligas base y amateur van recuperando la actividad con estrictos protocolos. La ilusión por volver a competir impera sobre la incertidumbre que genera la situación sanitaria.

Amistoso entre los juveniles del Oliver y el Cariñena, ayer, con las butacas señalizadas.
Amistoso entre los juveniles del Oliver y el Cariñena, ayer, con las butacas señalizadas.
José Miguel Marco

El deporte aragonés está de vuelta. Las competiciones base y amateur van recuperando la actividad después de ocho meses en los que solo ha habido –con paréntesis por el confinamiento– ligas profesionales. Los clubes comenzaron ya hace semanas los entrenamientos de pretemporada, y estas fechas vienen cargadas de los primeros partidos oficiales y amistosos –principalmente de fútbol– que, previa autorización de las autoridades competentes, sirven para preparar el inicio de los torneos. 

Las distintas federaciones deportivas han establecido minuciosos protocolos y, aunque la incertidumbre sigue presente y por el momento nada será como antes de la irrupción de la pandemia de covid-19, el trabajo y la ilusión por volver a competir imperan en esta nueva normalidad deportiva. 

La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) aprobó recientemente una normativa que rige las categorías nacionales de fútbol (Segunda División B, Tercera, División de Honor Juvenil y Liga Nacional Juvenil) y fútbol sala (Segunda División B, Tercera y División de Honor Juvenil), competiciones que a partir del próximo 17 de octubre irán retomando paulatinamente sus calendarios.

Para ello, el máximo estamento del balompié nacional ha establecido que cada club tenga un responsable de protocolo, un responsable de higiene y un jefe médico que ejerza de nexo con las autoridades sanitarias, requisito –este último– que la Federación Aragonesa de Fútbol (FAF) pretende variar, implantando un único profesional por categoría con el objetivo de reducir los costes que los equipos deben asumir durante la temporada.

«Se ha realizado una encuesta y la mayor parte de los equipos a los que se le ha preguntado ven bien suprimir esta condición porque implica unos gastos y trámites importantes, imposibles de asumir en algunos casos», señalan fuentes de la FAF, antes de entrar a valorar otras particularidades.

Plataforma digital de control

«Cada 15 días, los jugadores tendrán que acceder a una plataforma digital para acreditar que no están contagiados ni han estado en contacto con ningún positivo», añaden las mismas fuentes, recalcando que este procedimiento también se realiza con el objetivo de reducir gastos, en este caso a las arcas públicas. 

El precio medio de un PCR ronda los 150 euros, impidiendo que estos test se puedan realizar de forma masiva a los jugadores no profesionales. Por eso es imprescindible buscar alternativas y confiar en la sensatez individual. «Si alguno de ellos se contagia, debe comunicarlo a través de la plataforma y su fecha queda temporalmente suspendida», concretan estas fuentes federativas, sobre una normativa –la de las categorías nacionales– que guarda algunas diferencias con la del fútbol regional. 

Estas últimas competiciones deben seguir, por este orden, los protocolos impuestos por el Consejo Superior de Deportes (CSD), la RFEF, la FAF y los titulares de las instalaciones en las que se realice la actividad. Además, cada club puede establecer las condiciones que estime oportunas en su recinto, siempre de acuerdo con las autoridades sanitarias. 

Jesús Mayoral, vicepresidente del San Gregorio, explica que este club ha invertido «más de 2.000 euros» en acondicionar las instalaciones de La Azucarera. La dirección de entrada y salida al área deportiva está bien definida –evitando que el tránsito de personas coincida con la zona de bar–, se realizan mediciones de temperatura a todo aquel que accede. Además, los vestuarios –al igual que el material– son desinfectados tras su uso y las duchas, aunque se podrían usar de forma individualizada, permanecen cerradas.

«Al ser una instalación municipal, además de las normas del Gobierno de Aragón, acatamos las del Ayuntamiento de Zaragoza. Hay mucho trabajo detrás de esta vuelta a la actividad. Sería una pena que todo se fuera al traste por algún mal comportamiento aislado. Por eso pedimos que a los usuarios que sean responsables», destaca Mayoral, sobre un campo que, como el resto de instalaciones deportivas que están al aire libre, puede acoger un máximo de 1.000 espectadores.

Amistosos autorizados

Este fin de semana, los equipos de las diferentes categorías del San Gregorio participarán en ocho de los alrededor de 300 partidos amistosos de fútbol y fútbol sala que la FAF ha autorizado. En otros deportes, como el baloncesto, de momento no está permitida la disputa de encuentros de preparación en las categorías base. Habrá que esperar a la próxima semana, cuando se reanudan todas las competiciones, para ver las primeras canastas de los más pequeños. 

«El fin de semana que viene volverán las ligas al completo. Hemos perdido unos 45 equipos, la mayor parte de torneos sociales, porque juega gente más mayor que tiene miedo; pero más adelante, en función de cómo avance la pandemia, trataremos de recuperarlos», explica José Miguel Sierra, presidente de la Federación Aragonesa de Baloncesto, y recuerda la importancia de que el deporte de la Comunidad vaya recobrando, poco a poco, la normalidad. 

Del mismo modo, la mayor parte de los clubes de balonmano se preparan para el inminente regreso de las competiciones –el grueso de las ligas arrancan el próximo 25 de octubre– sin poder disputar amistosos debido a las dificultades para encontrar pista. «El protocolo está colgado desde hace semanas en Internet, pero hay problemas para encontrar instalaciones –fundamentalmente son colegios– que permitan jugar antes de que empiecen los torneos oficiales», aclaran fuentes de la Federación Aragonesa de Balonmano.

Aforos en función del pabellón

La Primera Nacional masculina de balonmano ya comenzó la pasada semana. Dominicos, Huesca, Zaragoza Ademar (se hizo con la plaza de Maristas) y Tarazona son los cuatro integrantes aragoneses de esta categoría. 

Dominicos y Balonmano Ademar Zaragoza se midieron el domingo pasado con 10 personas en la grada –cinco por cada equipo– en lo que se considera un derbi. Hoy mismo, habrá otro enfrentamiento territorial entre el propio Balonmano Ademar Zaragoza y Huesca en la ‘pista b’ del pabellón siglo XXI de la capital aragonesa, que, aunque tiene un aforo para 300 personas solo podrá acoger a 68. 

«Eso implica que entre espectador y espectador haya dos butacas vacías. Cada recinto establece su aforo y hay que respetarlo», explica Juanma Giménez, presidente de Balonmano Ademar Zaragoza, sobre una normativa que engloba al resto de disciplinas (fútbol sala, baloncesto, voleibol...) que, al igual que el balonmano, se juegan en recintos cerrados. En ese sentido, cabe destacar que los responsables de la instalación también son los que determinan si se abre o no el bar en caso de lo que haya.

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