Sergio Gómez: "Ha sido un partido muy bonito con dos aficiones impecables"

La sonrisa blanca, franca y todavía con un punto de inocencia de Sergio Gómez representó la alegría del vestuario de la SD Huesca después de derrotar al Real Zaragoza, (2-1) llevarse el derbi aragonés después de la zozobra provocada por las derrotas ante Rayo Vallecano y Mirandés. Los azulgranas recuperaron el paso donde más cómodos se han encontrado esta temporada, en El Alcoraz, y volvieron a referirse a este factor como crucial para sobreponerse a las dificultades que les plantearon los blanquillos.

Sergio Gómez se reivindicó en su regreso al once con la asistencia a Okazaki en el 1-0, precedida por otra que invalidó el colegiado por fuera de juego del nipón, y con un completo repertorio de fútbol ofensivo y recursos para enriquecer a un equipo átono en sus más recientes compromisos.

"Estoy muy contento, porque ha sido un partido muy bonito. Las aficiones han estado impecables. El Zaragoza ha hecho un gran partido, por lo que estamos muy contentos y ahora solo pensamos en desconectar un poco y en empezar una segunda vuelta que seguro es igual de dura", ha analizado el catalán, que coincidió sobre el terreno de juego con los también internacionales sub 21 Álvaro Fernández y Enrique Clemente.

El mediapunta, que actuó por la banda izquierda, se encontró "muy bien. Los compañeros me han ayudado mucho y siempre estoy contento de ayudar; si es con algún pase de gol, mejor". Míchel renovó por completo la punta de ataque con Okazaki, Ferreiro y el propio Sergio Gómez, que aseguró en la zona mixta que se había entendido "muy bien" con el japonés: "Le he puesto un buen centro y ha metido un gran gol. Habíamos hablado de que entre los centrales y el portero había espacios y hemos conseguido aprovecharlos".

La de este domingo fue "una tarde perfecta. Poder ganar el último partido de la segunda vuelta y en casa. Hay que felicitar a la afición porque ha estado de diez". Ahora, tiempo para el descanso.

Okazaki marca ocho jornadas después

Entre las múltiples caras que presentaba, el derbi aragonés también se había interpretado en clave japonesa, como un duelo entre dos amigos y futbolistas de alto nivel: Shinji Okazaki y Shinji Kagawa. El delantero de la Sociedad Deportiva Huesca se impuso, al menos, en lo tangible. Marcó un gol, el primero de la tarde, y se le anuló uno previo por fuera de juego. El zaragocista, por su parte, estrelló un lanzamiento de falta directa en la escuadra de Álvaro Fernández.

El de Okazaki fue un grito liberador. Volvía al equipo de Míchel Sánchez después de tres jornadas que comenzó en el banquillo y que concluyeron en victoria en Alcorcón y derrotas ante Rayo Vallecano y Mirandés. Asimismo, puso fin a una sequía que se prolongaba desde octubre: su último gol databa del 27 de octubre, ante el Elche y en este mismo escenario. Okazaki alcanza a Juan Carlos en la tabla de máximos goleadores con cuatro tantos y cierra la primera vuelta tras recuperar el papel de ‘nueve’ azulgrana que le ha discutido Dani Escriche en los últimos tiempos.

Como es habitual, Okazaki atendió a los medios desplazados de su país y, asimismo, a los locales y regionales en su inglés adquirido en cuatro años de Premier League. "Estoy feliz, por supuesto. Logré marcar y era un partido especial para los aficionados, muy aficionados. Fue un gran resultado para el equipo", apuntó el delantero, que daba importancia "a la victoria en la Copa del Rey. Ha sido el último partido del año y estoy seguro de que el que viene lograremos el ascenso a Primera División".

Okazaki encontró la recompensa al "trabajo de todo el equipo. He luchado contra una defensa muy poderosa". Y tuvo por último palabras de aliento para Kagawa, con quien ha protagonizado en las últimas semanas una campaña promocional de Turismo de Aragón: "Está decepcionado pero es un gran jugador".