La judoca Ana Belén Fernández vuelve a llevar La Cartuja hasta lo más alto

Tras ganar el pasado mes de julio el Campeonato de Europa de judo de veteranos, Fernández ha conseguido hacerse con el título de campeona del Mundo.

Jesús Ángel Fernández, Ana Belén Fernández y Sergio González, en el campeonato del mundo de veteranos.
Jesús Ángel Fernández, Ana Belén Fernández y Sergio González, en el campeonato del mundo de veteranos.

Los vecinos del barrio rural de La Cartuja, en Zaragoza, vuelven a estar de celebración. Y no es para menos. Su paisana Ana Belén Fernández Trasobares logró hace tan solo unos días en Marrakech el título de campeona del Mundo de judo de veteranos. Un triunfo que llega tan solo dos meses después de haber conseguido el oro en el Campeonato de Europa que se disputó en Las Palmas.

Ha sido un campeonato muy duro y con gente muy fuerte en todos los niveles”, asegura la deportista, que aterrizó en España el domingo de madrugada y horas después ya estaba impartiendo clases en la Asociación Deportiva Judo Sport II. La medalla de oro llegó tras tres combates “complicados” en la categoría F4 -52kg ante algunas de las mejores luchadoras del panorama internacional. El primero de ellos fue contra una rival mexicana, vigente subcampeona del mundo; el segundo, contra la alemana subcampeona de Europa; y el tercero, contra la francesa que hasta ese momento ostentaba el título de campeona del Mundo. “Fue una rival dura. Era una chica con mucha envergadura y era zurda, igual que yo”, explica Fernández, que tuvo los nervios a flor de piel durante toda la competición. “Me exijo mucho a mí misma. Esto era un reto personal, y la noche de antes no pegue ojo”, reconoce.

La judoca zaragozana, que comenzó en el mundo del judo cuando tenía 15 años, no acudió sola al campeonato. Estuvo acompañada en todo momento por Sergio González y Jesús Ángel Fernández, otros dos judocas que también llenan de orgullo a los habitantes de La Cartuja pero que, en esta ocasión, cayeron sin opción a repesca en sus primeros combates.

Como tantas otras veces, estos tres deportistas han tenido que hacerse cargo ellos mismos de los gastos que supone acudir a un campeonato del Mundo en otro país sin más apoyo que el que reciben de sus vecinos. Gracias a ellos, Ana, Sergio y Jesús Ángel consiguieron financiar parte de su aventura y viajar hasta Marruecos para dar lo mejor de sí mismos. “Vimos que el campeonato era relativamente cerca, teníamos ilusión y decidimos inscribirnos y fraccionar los pagos poco a poco”, explica Fernández.

Pero no contaban con que un grupo de habitantes de La Cartuja iban a poner a la venta pulseras para recaudar dinero. “La respuesta de los vecinos fue una pasada. Se agotaron las 300 pulseras en una tarde. Veían injusto que no nos pudiéramos presentar a un campeonato del Mundo por falta de financiación”, afirma. Además, tuvieron el apoyo de varias empresas del barrio que también quisieron colaborar con ellos. “Son gente humilde que ha querido aportar su granito de arena”, agradece la deportista.

Y es que La Cartuja siempre se ha volcado con sus vecinos más ilustres, esos que han conseguido llevar el nombre del barrio más allá de las fronteras de Aragón. “A los tres nos han apoyado muchísimo y siempre nos hemos sentido muy arropados”, asegura.

Una vez que haya digerido el triunfo, Fernández comenzará a trabajar de cara a los torneos que se celebrarán en Francia a comienzos de 2020. No obstante, reconoce que su prioridad es ver en lo más alto a sus dos compañeros. “Mi objetivo son ellos. Que tanto Jesús como Sergio se preparen con fuerza y sean los próximos en subir al podio”, comenta.

El homenaje que se merece

Los vecinos de La Cartuja están inmersos en los preparativos del homenaje que Fernández recibirá próximamente en un lugar muy especial del barrio. “Hay que recibirla como se merece, queremos que se sienta reconocida en La Cartuja Baja”, apunta desde la alcaldía José María Lasaosa.

Tras ganar el campeonato de Europa decenas de vecinos la esperaban en las calles del barrio para darle la enhorabuena. Unos días después, la vicealcaldesa de Zaragoza, Sara Fernández, y la concejal de Deportes, Cristina García, también la recibieron en el Ayuntamiento de Zaragoza.

“Parecía que ya lo había conseguido todo y por eso en su momento se le puso su nombre al potrero. A ella no le ha valido con eso y nos ha sorprendido a todos. Está llevando a La Cartuja Baja por todo el mundo”, dice satisfecho el alcalde.

Por ello, y para continuar con la saga de judocas que han salido del barrio, reclaman un equipamiento deportivo en el que poder practicar este deporte “en condiciones”. “Hace tiempo entrenaban en un local cedido por el arzobispado, pero desde hace casi 4 años este espacio está cerrado. Ahora estamos negociando para intentar adaptar otro espacio, pero de momento no lo estamos consiguiendo y tienen que entrenar en un local que les hemos cedido nosotros”, lamenta Lasaosa, que recuerda que la Junta Vecinal hará “todo lo que esté en sus manos” para seguir facilitando la labor a estos deportistas.

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