Hamilton gana de paseo por Paul Ricard

El británico se impone en una carrera que acabó con el mismo podio con el que empezó y en la que Carlos Sainz logró un gran sexto puesto, tras pasar en la salida a su compañero Lando Norris.

Lewis Hamilton
Lewis Hamilton en el podio
VINCENT KESSLER

Primero de principio a fin, con problemas en los neumáticos y sin apenas sufrir. A Lewis Hamilton sólo se le escapó la vuelta rápida, que no logró por 2 centésimas pese a tener unos neumáticos duros con 29 vueltas a sus espaldas y una ampolla muy visible. Así es como logró el británico su sexta victoria del año, octava para Mercedes en 2019, en una prueba que no tuvo color más que el plateado.

La superioridad de Hamilton y de Mercedes es tal este año que amenaza con dormir cada fin de semana a los aficionados. Paul Ricard no es el mejor escenario para ver batallas intensas, pero lo cierto es que desde los primeros giros en los que imprimió una ventaja de más de 10 segundos sobre Bottas ya se veía venir que a Hamilton sólo le podría apartar de la victoria un problema mecánico.

Cuando montó neumáticos duros para ir hasta el final en el calurosísimo domingo que sufrieron los pilotos, algunos esperaban ver ese 'blistering' que pusiera picante a la pelea por la victoria. Hamilton fue durante más de 30 vueltas con una notoria ampolla asomándole por el neumático delantero derecho, pese a lo cual apenas tuvo inquietud más que un par de mensajes por radio. Mientras, a su compañero Bottas sí que le afectó y vio cómo a falta de dos vueltas para el final se le metía Charles Leclerc para discutirle la segunda posición, algo que no se produjo.

Ante este escenario en el que todos del séptimo para atrás fueron doblados, la emoción estuvo más en ver si realmente podían reventar los neumáticos, como aseguraba Hamilton que era su temor, que en quién podría ganar la prueba.

A Sebastian Vettel se le van las pocas opciones que tiene. Pese a haber logrado la vuelta rápida de la carrera, el quinto puesto sabe a muy poco y el punto de la vuelta rápida (lograda, repetimos, por sólo 2 centésimas pese a llevar neumáticos blandos) es un pobre consuelo. Son 76 puntos de diferencia con Hamilton: necesitaría ganar tres pruebas en las que el británico no entre los diez primeros o abandone y sumar, al menos, una vuelta rápida más. Si logra esta remontada en las trece carreras que quedan de campeonato, puede considerarse un auténtico superhéroe.

Mirando sólo la diferencia entre los pilotos de Mercedes, Hamilton cuenta ya con 36 puntos de margen sobre Bottas, lo cual explica la cara de pasmo que tiene carrera a carrera el finlandés.

Sainz carda la lana; Norris se lleva la fama

Pese a la enorme actuación de Lewis Hamilton, el público quiere ver espectáculo y gladiadores en la pista. Es por ello que reconocieron con sus votos 'online' la actuación de Lando Norris, pese a que acabó por detrás de lo que empezó y su único mérito fue resistir en pista con un coche averiado.

Carlos Sainz fue el piloto que dio el 'do' de pecho para McLaren, con un sexto puesto final que se empezó a escribir en los primeros metros de la carrera. El madrileño se la jugó por fuera y por unos instantes se vio incluso por delante de Max Verstappen en una impensable cuarta posición. No fue hasta que en dos curvas se topó con Charles Leclerc, cuando se tuvo que conformar con una quinta posición que pronto fue sexta cuando le adelantó Sebastian Vettel.

Las estrategias no jugaron a su favor, ya que Lando Norris paró antes que él, pero no fue suficiente. Y es que esta vez, a Carlos Sainz le acompañó la buena suerte, para desgracia de su compañero. Por radio, advertían al británico que no podía usar el DRS justo en el momento en el que más se estaba acercando al español. Pronto se levantaron los vientos de sospecha de conspiración hacia el madrileño, pero nada más lejos: un problema hidráulico estaba dejando a Norris sin poder subir marchas correctamente y con la dirección asistida mucho más dura de lo habitual.

La pelea de Norris pasó de intentar adelantar a Sainz a no perder posiciones con los pilotos que le precedían, liderado por un Daniel Ricciardo que se tuvo que salir de pista para adelantarle. Los comisarios tomaron buena nota y, dado lo ocurrido con Vettel y Hamilton en Canadá, pero lo cierto es que a Norris le sabe a poco el resultado final. Aspiraba a quedar por delante de Sainz y acabó detrás, en un puesto que le sabe a muy poco. No obstante, para McLaren la mejor noticia es que han vuelto y están dispuestos a pelear por arañar todo lo que les dejen Ferrari, Mercedes y, sobre todo Red Bull, a quien ya miran de tú a tú.

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