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Ramos osa echar un pulso a Florentino

El central discutió en el vestuario con el presidente, que ya tuvo enfrentamientos con otros futbolistas y terminaron saliendo del club.

Sergio Ramos
Sergio Ramos durante el partido del Real Madrid contra el Ajax
Reuters

El Real Madrid sigue en estado de shock desde que el Ajax le goleó en el Santiago Bernabéu. Recién comenzado el mes de marzo, el conjunto blanco se ha quedado sin objetivos deportivos en la temporada, considerada en 'blanco' pese al Mundial de clubes obtenido en diciembre. En siete días, del miércoles 27 de febrero al martes 5 de marzo, el Real Madrid se ha quedado sin final de Copa, se ha colocado a 12 puntos del Barça en la Liga y está fuera de la Liga de Campeones en octavos. Un golpe duro para el club, cuyo entorno hablaba hace unas semanas de un posible, y nunca logrado hasta ahora, triplete. Esta situación ha provocado el nerviosismo en los despachos del Santiago Bernabéu, en el vestuario blanco y algún roce entre los pesos pesados de la plantilla y el presidente Florentino Pérez.

Muchos han sido los que han señalado a Sergio Ramos de la derrota ante el conjunto holandés. El capitán forzó la amarilla en el partido de ida con el 1-2 en el marcador, tras pedir permiso al banquillo, dando por hecho que su participación no sería necesaria para eliminar al Ajax, pero esa decisión se le volvió en su contra. Además, decidió grabar parte del documental que ha firmado con Amazon en su palco del estadio blanco, que tuneó con sus iniciales y número para la ocasión, aunque ya ha desvelado que paró la grabación cuando el Ajax anotó el 0-2 que dejaba fuera -en ese momento- al Real Madrid de su competición fetiche. El capitán decidió bajar al vestuario en el descanso para animar a sus compañeros a los que les dedicó unas palabras emotivas que finalmente no surtieron efecto y el Real Madrid quedó eliminado en una segunda mitad en la que volvió a encajar dos goles siendo capaz de anotar uno solo.

Pero lo más grave llegó tras el partido, cuando -según distintas fuentes- el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, bajó al vestuario para pedir explicaciones a sus jugadores, a los que considera máximos responsables, de la derrota ante el equipo holandés. Ante las acusaciones del presidente, los jugadores mantuvieron silencio salvo Sergio Ramos. El capitán ejerció como tal y plantó cara a Florentino Ramos al que le acusó de una mala planificación de la plantilla y responsabilizándole de lo que había pasado. En ese momento, el presidente del Real Madrid amenazó a Sergio Ramos con echarle y el capitán no se amilanó: "Si es verdad me marcharé con la cabeza alta y la conciencia tranquila por haber defendido el escudo del Real Madrid como capitán". "Tú me pagas y yo me voy", añadió para zanjar la discusión, según afirman los compañeros del diario AS y de El Golazo.

La relación entre capitán y presidente nunca ha sido excelente y siempre se ha basado en el respeto por el interés mutuo. Una relación que comenzó a tensarse tras la final de la Champions de Lisboa y tras aquel cabezazo de Ramos en el minuto 93 que forzó la prórroga y la posterior consecución de la 'décima'. Entonces, Florentino Pérez le prometió una mejora en su contrato que no llegó hasta mucho tiempo después. Luego llegó esa mejora, pero en el verano de 2015, el sevillano estuvo a un paso de marcharse al Manchester United. Tenía, según adelantó este medio en aquellos días, un acuerdo muy avanzado con el conjunto inglés -Ed Woodward, el director general de los 'red devils' llegó a informar de ello a distintos departamentos del club- y las maletas hechas, pero un movimiento de Florentino Pérez en el último momento ya en agosto evitó la marcha del capitán y un cisma asegurado entre la afición y la directiva. Algo que siempre ha intentado sofocar el presidente blanco.

La marcha de otros capitanes

Florentino Pérez nunca ha querido que sus futbolistas tengan un poder excesivo en el club y por eso se ha encargado de filtrar desde que Jose Mourinho fue destituido del Manchester United que estaría encantado con el regreso del luso al banquillo blanco para imponer mano dura. Un mensaje directo a los pesos pesados del vestuario y en concreto a Ramos, que no terminó de la mejor manera con el técnico portugués en 2013. El central intuye que Florentino, por su modo de actuar en los últimos meses, le quiere fuera del Madrid, como ya sucedió con otros jugadores y entrenadores que echaron un pulso al presidente. Entiende que las continuas filtraciones que desde el club le han dejado ante la opinión pública como pesetero, que le han puesto como mal profesional, como falto de compromiso y que le han señalado como culpable de los fracasos deportivos más recientes, sólo conducen a ese fin.

Pero Ramos también sabe que echarle un pulso al presidente es sinónimo de salir del equipo blanco. Le pasó a Fernando Redondo -por el que hubo manifestaciones en el Bernabéu para pedir explicaciones por su marcha- el primer verano de Pérez en el club, a Vicente del Bosque y a Fernando Hierro en 2003 -tras ganar la Liga- , al mismísimo Raúl -que recibió su homenaje tres años después- al que acogió de nuevo como entrenador del juvenil-, a Iker Casillas -que necesitó una segunda despedida tras el ridículo de la primera- , a Zinedine Zidane -al que ahora estaría encantado de repescar tras irse el pasado 31 de mayo- y a Cristiano Ronaldo.

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