Un talento aragonés a orillas del Támesis

La zaragozana Anabel Latorre es una de las sensaciones del basket británico. Pívot de los Reading Rockets, fue MVP en la final de la Copa Nacional.

Anabel Latorre, con la camiseta azul de los Reading Rockets, presionada por tres rivales.
Anabel Latorre, con la camiseta azul de los Reading Rockets, presionada por tres rivales.
Heraldo

A orillas del Támesis, en el sudeste de Reino Unido, se encuentra la ciudad de Reading (Condado de Berkshire). En este lugar, una zaragozana de 17 años, Anabel Latorre Ciria, brilla bajo los aros de las canchas de baloncesto cada fin de semana. Enfundada en la camiseta de los Reading Rockets, esta pívot disfruta de una beca que combina deporte y educación en una de las Academias mejor valoradas de Inglaterra. La aragonesa está aprovechando la oportunidad al máximo, traduciendo su espíritu en títulos individuales y colectivos.

"Cuando jugaba en el Stadium Casablanca fuimos al Campeonato de España cadete. Resulta que en mi actual equipo estaban buscando pívots y fueron al torneo a ojear. Destaqué, les gusté y me llamaron para venir", relata Anabel, quien comenzó a meter canastas a los 9 años, en tercero de primaria. Los ‘scouts’ de los Rockets tuvieron buen ojo. La zaragozana participa tanto en el equipo femenino de la Division One como en el júnior. Con este último, categoría que pertenece a su edad, ganó la National Cup siendo la MVP de la final.

"Al principio del partido yo pensaba que no hacía nada importante, pero resulta que no paraba de coger rebotes y ayudaba muchísimo al equipo aunque no estaba metiendo puntos", recuerda Anabel, que mejoró sus números en la segunda mitad. Al final, la zaragozana acabó el choque con un doble-doble: 17 puntos y 12 rebotes. Además, sus registros sirvieron para vencer al Charnwood College Riders por 57-42. "Fue muy emocionante, un premio para todo el equipo. El MVP me lo dieron a mí pero si no fuera por mis compañeras, no lo hubiera ganado", reconoce con humildad.

En Liga, Anabel también acostumbra a ganar premios de la mejor jugadora de la semana. Se ha adaptado a la perfección al baloncesto inglés, a pesar de que mantiene notables diferencias respecto al que se juega en España. "En Inglaterra tiene una percepción distinta a la española sobre el baloncesto, porque aquí se basan en lo físico y no en lo táctico. En España hay muchos equipos en una ciudad y cada comunidad tiene su propia liga; sin embargo, aquí lo dividen por norte y sur y cada ciudad, con suerte, tiene un equipo excepto Londres, que tiene dos o tres", detalla.

Anabel, quien añora Zaragoza pese a estar muy a gusto en Reading, vive el día a día junto a una tutora y nueve jóvenes más en una casa compartida. Su rutina combina el baloncesto con las clases, ya que entrena de manera intercalada mientras cursa tres asignaturas de matemáticas, español y química. ¿El futuro? "Me quedan dos años hasta poder acceder a la Universidad, la cual me tendré que buscar por mi cuenta. Estaré en Inglaterra dos temporadas hasta que tenga que tomar otra decisión, pero no sé dónde iré", contempla poniendo el foco en el ahora.

Lo que sí tiene claro es que seguirá jugando al baloncesto hasta cuando "me dé el físico". Todavía es joven, así que hay Anabel en la pintura para rato, ya sea en el polideportivo de Rivermead o en otro. De momento, se siente "como en casa", ya que el equipo femenino del Reading está españolizado a más de la mitad. "Estamos seis españolas: dos valencianas, una catalana, otra de Logroño, una más de Tenerife y yo". También, el cuerpo técnico al completo es español: Blai Belloch, Joan Portero, David Sánchez y Samuel Sanz, este último, también procedente de la capital aragonesa.

El zaragozano comenzó sus funciones en los Reading Rockets este último año, de la mano del entrenador principal, David Sánchez. Este club apuesta claramente por el talento español, algo que potencia "la facilidad de ojear jugadores y fichar a los mejores", cuenta Sam –como se le conoce en tierra británica–, que combina labores en tareas de grabación de los partidos, análisis de estadísticas y manejo de las redes sociales.

Sobre Anabel, su paisano da relieve a sus virtudes: "Es una persona divertida fuera de la pista y transmite esa sensación al resto de las jugadoras, destaca por su altura, lo que le permite tener una facilidad de realizar su trabajo dentro de ella", resalta el técnico, quien tampoco le da vueltas al futuro porque quiere "disfrutar del presente". "Ahora estoy muy contento viviendo la experiencia", asegura.

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