Un desafío mayúsculo para Jorge

Tras recibir una beca, el zaragozano Jorge España Morales será el primer sordociego que compita en un Nacional de Paratriatlón. Participará junto a su guía Mapi, su particular ángel de la guarda.

Jorge y Mapi, en las piscinas del Stadium Venecia
Jorge y Mapi, en las piscinas del Stadium Venecia
Oliver Duch

Jorge España Morales se ha sobrepuesto a todos los obstáculos. La fortaleza y capacidad de esfuerzo de este zaragozano de 32 años ha sido reconocido por el Grupo SIFU con una beca que le convertirá el próximo mes de septiembre en La Coruña en el primer deportista sordociego que participe en un Campeonato de España de Paratriatlón. Jorge, de Apascide Aragón (Asociación Española de Padres y Amigos de Sordociegos) recorrerá nada menos que la distancia olímpica: nadará 750 metros, pedaleará durante 20.000 metros y correrá a pie cinco kilómetros. No hay duda de que la suya es una historia de superación. Pero también de lealtad, compañerismo, amistad... Su guía, María Pilar Martínez, su ángel de la guarda, cuenta que realizará las tres pruebas con él debido a la "complejidad" que requiere la práctica deportiva para él, un teórico hándicap ya superado.

"Las personas sordociegas, debido a sus problemas sensoriales, sufren una fuerte desconexión del mundo y necesitan una persona a su lado", explica. Mapi es su intérprete, su profesora y, sobre todo, su amiga. Su pilar desde hace tres años. Y, además, su principal valedora, como directora de la sección de salvamento deportivo del Stadium Venecia. Ella se dio cuenta del potencial de Jorge. "La gran conexión que tuvimos desde el principio fue gracias al agua. Vi que podía potenciar sus cualidades a través de la natación", detalla. Con entrenamiento, se pusieron "a soñar" y el año pasado realizaron la Travesía del Mar de Almazara (1,8 kilómetros), en aguas abiertas, prueba que repetirán este 2018. "Es impresionante ver cómo se supera. Me sentía muy emocionada. Él me abrazaba y yo notaba que lo hacía para calmarme y no al revés, como cabría prever (risas)", afirma Mapi.

Durante la conversación, Jorge está presente y muestra su felicidad. Un implante coclear que lleva desde los 19 años le permite oír, aunque sólo reconoce algunos términos. Han sido muchos años sin estimulación auditiva. Además, es capaz de articular sonidos, pero no palabras. Por eso, Mapi y él se comunican por medio de lengua de signos apoyada. Una curiosa variante de la tradicional que usa el tacto como transmisor. Una forma de contacto que ha servido para alcanzar un extraordinario grado de sintonía. "Jorge cuelga sus manos en las mías, como si fueran una percha, y le transmito las palabras. La lengua de signos normal se realiza 'en el aire', pero esta se hace en el dorso de la mano. Funcionamos por medio del tacto. Hay apoyo de una mano a otra".

Para el Campeonato de España, usará otros métodos. No hay que olvidar que Mapi es los ojos, los oídos y la voz de este valiente deportista. Su confianza en ella es total. Para la natación, una goma elástica alrededor de la cintura servirá para determinar el camino. En bicicleta, usarán un tándem -prestado- en el que Mapi se situará delante para dirigir el rumbo; Jorge irá detrás. En cuanto a la carrera a pie, una cuerda atada a la muñeca y sus giros, además del tacto, será la forma de indicar cambios de dirección, baches en el firme, etc. "Intentaré que disfrute lo máximo", asegura Mapi.

La madre de Jorge, María Jesús Morales, es la presidenta de Apascide Aragón. Una asociación pionera en la sordoceguera, pues fue la primera a nivel autonómico y nacional. Actualmente, posee el único centro de día en nuestro país. La labor de todos sus integrantes, concretada en la de la coordinadora María Pilar Martínez y su trabajo con Jorge España Morales, ha tenido un merecido premio.

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