"No soy una superheroína por correr 15 maratones en un año"

Tras superar un cáncer de mama, Natacha López y su marido se propusieron este reto solidario, que termina en Zaragoza.

Llegada de Natacha López y David Serrano en la maratón de Ojos negros.
Llegada de Natacha López y David Serrano en la maratón de Ojos negros.

Entre los 900 corredores que este domingo estarán en la línea de salida de la maratón de Zaragoza, una pareja está a punto de cumplir un sueño muy especial. Natacha López y su marido, David Serrano, se propusieron correr 15 maratones en un año tras superar ella un cáncer de mama. Empezaron en Vitoria el 14 de mayo de 2017, el día en el que David cumplía 42 años, y justo 365 días después quieren poner la guinda en Zaragoza.

Natacha, valenciana de 37 años, se define como "corredora popular" aunque sus tiempos le han llevado en numerosas ocasiones a lo alto del podio. En 2015 ganó la Carrera de la Mujer de Valencia y acababa de proclamarse subcampeona autonómica de maratón con un tiempo de 3.03. Compaginaba su afición por el atletismo con la familia (tienen dos hijos) y el trabajo (en atención al cliente de una empresa). En julio de 2015 le diagnosticaron un cáncer de mama. Comenzó entonces la carrera más importante de su vida.

Natacha empezó con los tratamientos médicos (radioterapa, quimioterapia) y siguió corriendo. "No dejé de correr, porque corriendo me sentía bien y me ayudaba a minimizar los efectos de la quimio. También participé en algunas carreras populares, a un ritmo más lento que antes, claro, pero disfrutando mucho. David me ha acompañado en todo el camino. Él se rapó el pelo conmigo y paró también cuando tuve que parar unos días después de la mastectomía. Juntos hemos vivido todo el proceso y juntos afrontamos el reto", cuenta Natacha.

A David se le ocurrió el reto de correr 15 maratones en un año para celebrar su cumpleaños y, sobre todo, la lucha de Natacha. "Al principio le dije que no, me parecía una barbaridad. Soy entrenadora y sé que no es aconsejable correr tantos maratones en tan poco tiempo. Pero luego pensé que sería muy bonito celebrarlo juntos. Los retos son eso: metas difíciles que motivan y que uno intenta conseguir", reflexiona.

Natacha y David decidieron que su reto deportivo fuera también solidario, aprovechando la visibilidad de su historia. Recaudan dinero a través de una página web y lo donan todo a dos organizaciones muy importantes en sus vidas: la Asociación española contra el cáncer y la Fundación Diagrama, en la que trabaja él y que se dedica a la integración de menores en riesgo de exclusión social.

15 maratones, de Vitoria a Zaragoza

Su reto deportivo y solidario comenzó en la maratón de Vitoria, el 14 de mayo de 2017, donde además Natacha fue la primera mujer. Después han ido adaptando el calendario de carreras a su disponibilidad y circunstancias personales. Tras Vitoria, han seguido las maratones de Río Boedo (Palencia), Plazaola (entre Navarra y Guipúzcoa), Alcalá de Henares, Valencia, San Sebastián, (donde David cumplió exactamente 42 años y 195 días) Málaga, Murcia, Sevilla, Ibiza, Ojos negros (Castellón), Madrid y Vitoria, la semana pasada. Han terminado todas, e incluso Natacha ha ganado en tres. Durante todo el año cuentan con la supervisión de un médico y un nutricionista de su club, el Serrano Club Atletismo.

Y la casualidad ha querido que la última, la 15º, sea la de Zaragoza. "Se cumple un año del inicio de nuestro reto justo el 13 de mayo de 2018. Buscábamos una maratón en España o el extranjero que fuera ese día. Cuando vimos que cambiaban la fecha de la maratón de Zaragoza nos alegramos mucho y nos apuntamos", cuenta.

"No soy una superheroína"

En Zaragoza no aspira a hacer su mejor marca en maratón porque viene de una temporada con molestias. El tiempo no es lo importante. "Nuestro objetivo es cruzar la meta con nuestros hijos, de 10 y 7 años, y celebrar que juntos hemos llegado hasta aquí. Ha sido un año maravilloso de felicidad compartida", afirma. "No soy una superheroína por correr 15 maratones en un año.

Para mí ha sido una doble gratificación: correr me hace sentir bien y soy feliz. Y si además puedo ayudar a otra gente y dar visibilidad a la enfermedad, estoy encantada. No hay que rendirse nunca", asegura. ¿Y después de cruzar la meta de la plaza del Pilar? "La gente ya me pregunta cuál será el próximo reto. No sé, algo se nos ocurrirá...", bromea.

El cáncer ha cambiado su forma de ver la vida. Ahora quiere disfrutar de cada momento, con su familia y con las cosas que le apasionan, como el atletismo. Se está formando como entrenadora y dirige varios grupos de entrenamiento de corredores populares y niños. "Me encanta la pasión con la que los populares vivimos el atletismo. Quiero dedicarme a esto y ayudar a otra gente", concluye.

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