Candanchú, laboratorio de pruebas para el rescate en aludes

La seguridad es un concepto de capital importancia en toda actividad relacionada con la montaña. En primavera, en verano, en otoño y, por supuesto, en invierno, la práctica deportiva o el ocio en contacto directo con la naturaleza no pueden y no deben entenderse sin las siempre necesarias medidas a tomar ante posibles situaciones de emergencia. Ahora, cuando el manto blanco se ha apoderado de las grandes cumbres, son los esquiadores, en sus diferentes modalidades, quienes tienen que asumir que el entorno de altura guarda peligros típicos de esta época del año. Las avalanchas de nieve son el máximo exponente de esos potenciales problemas que se agravan en condiciones extremas. Por eso, la estación de Candanchú ha puesto en marcha esta temporada un campo de entrenamiento para aleccionar de forma práctica sobre el uso del aparato para la búsqueda de víctimas de aludes (Arva).

La Ski School de Candanchú, con tres de sus técnicos deportivos de grado superior, se está encargando de promocionar la instalación y desarrollar las clases, abiertas a todo tipo de público. No es necesario pagar el forfait y los precios de los cursos dependen de su duración y de los diversos niveles de entrenamiento. El campo para la detección de víctimas de desprendimientos de nieve está situado entre la guardería y el edificio de bombas.

Allí están disponibles hasta seis dispositivos del aparato de búsqueda de víctimas de avalanchas (arva por sus siglas en francés). Estos se conectan, a la vez o por separado, mediante una mesa portátil, generando esas señales a una frecuencia concreta que permiten localizar con bastante exactitud a las víctimas de avalancha, que a su vez llevan encima su propio arva (nunca en la mochila porque esta se puede desprender en un alud). En este caso se trata de un simulacro, aunque es "lo más parecido a una situación real", opina Abraham Bartolomé, director técnico de Candanchú.

En la mesa se hallan una serie de interruptores, "se conectan los dispositivos que se quieras poner en marcha y empiezas a buscar", explica acerca del funcionamiento del parque de entrenamiento. "Víctimas múltiples, personas sueltas, más juntas, más separadas, son varios niveles de dificultad dependiendo de los ejercicios", asegura Bartolomé.

Las siglas PAS engloban las tres herramientas indispensables para el protocolo de actuación en caso de accidente: pala, arva y sonda. Con el arva y sus señales se acota la zona de búsqueda, se acomete el sondeo para que la ubicación sea exacta y a continuación toca sacar la pala para hacer efectivo el rescate. Desde unos 300 euros es posible encontrar paquetes con los tres elementos. El arva, por separado, oscila entre 100 y 400 euros dependiendo del modelo.

Alumnos de la Ski School, pisters de la estación, militares y miembros de los Greim de la Guardia Civil son hasta la fecha los principales demandantes de este servicio, cuya idea principal es la de "concienciar a la gente de que existen una serie de normas de seguridad y que hay que estar entrenado para este tipo de situaciones", indica Bartolomé. "Para formarte es lo mejor que hay", además, con varios escenarios en un mismo espacio que hacen "más sencillo el poder ir subiendo los niveles".

Aunque el uso no está resultando masivo, "todo el mundo que lo usa se muestra encantado. Estamos muy contentos por cómo está funcionando este simulador de escenarios reales", declara Javier Martínez, director de la Ski School de Candanchú. "Nuestras máximas en la escuela son seguridad, diversión y aprendizaje, por ese orden", de ahí la importancia de esta nueva instalación.

En Benasque, con All Radical

También en el valle de Benasque existe una opción para aprender el protocolo en el manejo del arva, la pala y la sonda. Los interesados pueden hacerlo con la empresa All Radical Alpine School, que cuenta con un campo de entrenamiento itinerante que normalmente es instalado en el ámbito de la estación de esquí de fondo de Llanos del Hospital. Está contando con una buena acogida, con muchos esquiadores de montaña y también numerosos practicantes de raquetas.