Ruth Beitia: "Con el oro de Río cumplí mi sueño tras muchísimos años de trabajo"

La mejor atleta española de la historia anunció su retirada el pasado mes de octubre tras 27 años dedicados al salto de altura. Atesora un brillante botín de 15 medallas.

La atleta cántabra Ruth Beitia, ayer, durante el clínic de salto de altura que impartió en el Palacio de los Deportes de Zaragoza.
Ruth Beitia: "Con el oro de Río cumplí mi sueño tras muchísimos años de trabajo"
TONI GALÁN

Podría decirse que aquí empezó todo. En este Palacio de los Deportes de Zaragoza se proclamó campeona de España por primera vez. Fue en la temporada 1994-95, cuando era una cadete. ¿Se cierra un círculo?

Sí, aunque he cerrado sólo la etapa deportiva. A Zaragoza volveré muchas veces. Espero poder sentarme en la grada y seguir viendo atletismo. Es lo que más deseo ahora mismo. Soy lo que soy gracias a este deporte. Quiero que esa ilusión y esas vivencias que intento transmitir con mi sonrisa como mejor aval las puedan sentir los más pequeños. Ojalá se empapen de esa alegría.

¿Por qué decidió probar suerte con el atletismo y no con cualquier otro deporte?

Empecé a practicarlo cuando tenía 7 años. Soy la quinta de cinco hermanos y todos ellos han hecho atletismo. Mi padre fue el primer olímpico de la familia y actuó como juez en los Juegos Olímpicos de Barcelona ‘92. Fue muy fácil elegir. Lo bueno del atletismo es que todo el mundo tiene su disciplina: el alto, el rápido… Cada uno tenemos nuestro sello personal y podemos luchar contra nosotros mismos. Es súper gratificante.

¿Qué papel ha desempeñado su entrenador, Ramón Torralbo, en sus éxitos?

Le atribuyo siempre el 50% de mis méritos. Para lo bueno y para lo malo (risas). Al final, no he sido más que la deportista que hemos creado entre él y yo. Ha sido una figura fundamental. Me cogió con 11 años para cumplir mis sueños y hoy en día podemos decir que lo hemos hecho juntos. Durante ese largo camino de 27 años, él ha crecido como entrenador y yo como atleta en un ambiente muy familiar, en Cantabria. Y siempre con la sensación de que cada día sumaba. Nos hemos caído, nos hemos levantado… pero con una sonrisa. Ha sido mi mayor apoyo en la pista; la persona que con una mirada me lo decía todo. Es mi 50%.

Cuenta la leyenda que nunca discutió con él.

Es totalmente cierta. Nunca hemos tenido momentos calientes. Desde pequeña creo que he tenido un respeto increíble por él que ha sido mutuo. Nos hemos guiado mucho por sensaciones. Quien hablaba después de saltar era yo para contarle. Y Ramón me corregía (o no). Ha habido un diálogo constante entre ambos a la hora de entrenar o de programar las competiciones y una confianza infinita.

¿Con qué medalla se queda de las 15 que ha conseguido?

Es muy fácil decir que me quedo con el oro de los Juegos de Río 2016. Cumplí mi sueño tras muchísimos años de trabajo, de aprender valores y sacarlos luego en la pista. Fue un momento espectacular. Aunque cada medalla ha tenido un papel fundamental en la temporada en la que la he ganado.

¿Algún secreto para ser tan competitiva hasta los 38 años?

La motivación. El atletismo ha pasado de ser una profesión a mi pasión. Levantarme cada día para ir a hacer lo que más me gustaba, estar deseando que llegase la hora de competir, ha sido mi mayor baza.

Aparte de ser diputada regional en el Parlamento cántabro y miembro de la Junta Directiva de la Federación Española de Atletismo, está estudiando Psicología. ¡Es usted una todoterreno!

Sí (risas). Estoy cursando la carrera de forma online. Esta modalidad no presencial permite a los deportistas ir a su propio ritmo. Se respetan los periodos competitivos. Me preocupa que los deportistas puedan estudiar y que las universidades les den esa oportunidad. A mí no me dieron ninguna cuando me diplomé en Fisioterapia.

El salto de altura es una de las disciplinas en que más interviene la parte mental en la obtención de la gloria. Una se enfrenta completamente sola al listón.

Lo bonito es que es una prueba muy técnica, táctica –tienes que ir controlando lo que hacen tus rivales– y de corte psicológico. El listón está cada vez más alto. Si controlas esto y logras conseguir un equilibrio entre el cuerpo y la mente, todo es muy fácil. Pero hay que saber llegar a ese momento; es un trabajo arduo. He contado con un grupo multidisciplinar de psicólogos, fisioterapeutas, masajistas, etc. Es importante rodearse de un grupo que te impulse y te ayude a mejorar.

En el año 2012, reflexionó sobre las diferencias entre los distintos deportes. La Selección Española de Fútbol recibió una prima de 300.000 euros por la Eurocopa y usted 5.000 euros por proclamarse campeona continental.

Evidentemente, hay injusticia. El fútbol es un gigante comparado con cualquier otro deporte. Vivimos en un país de futboleros. Pero yo represento a mi país al igual que lo hacen ellos, Rafa Nadal o Mireia Belmonte. Todos estamos en el mismo barco. Ojalá se pudieran equiparar los premios. Lucho por la igualdad entre los distintos deportistas. A este respecto, el justo homenaje es a las pioneras del atletismo del siglo pasado que lucharon contra viento y marea por hacerse un hueco en el mundo del deporte.

¿Cómo ve el presente y el futuro del atletismo aragonés con Toni Abadía y Carlos Mayo?

Muy bien. Con Toni he compartido muchos viajes y experiencias. Ambos son grandes deportistas, pero, sobre todo, geniales personas. Se les ve que disfrutan en la pista y ojalá sigan haciéndolo.

Usted ya lo hecho de sobra, a juzgar por su perenne sonrisa. ¿Cómo lleva ahora, en los primeros meses de su retirada, el abandono de la alta competición?

Quizá el duelo que se tiene una vez abandonas las pistas lo haya pasado de forma prematura. Antes de consumar mi retirada en octubre, pasé cinco meses malos previos en los que no tenía la sensación de dominar la situación. Yo, que había sido una persona que se movía siempre a golpe de agenda. Estaba todo distorsionado. Competí algo, paré, lo volví a intentar… pero no salió como quería.

Es una pena.

Mi vida ha sido increíble y ya me tocaba atravesar un bache largo en el tiempo para poder entender a las personas que se encuentran lesionadas. He sido una privilegiada al estar tanto tiempo al 100%. La transición ha sido fácil y muy tranquila, vinculada a la familia (ahora tengo la oportunidad de estar más en casa) y al deporte. Hago todos los días una actividad distinta: estoy aprendiendo a jugar a tenis, a esquiar, hago escalada, patino, cojo la bici… Estoy feliz. La retirada está superada, aunque es inevitable que ver los toros desde la barrera te remueva cosas.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión