El deporte sabe mejor acompañado

La Carrera de Empresas ESIC volvió a llenar Zaragoza de espíritu de equipo, sacrificio y compañerismo. Estos son los valores que triunfaron en una prueba en la que 4.000 corredores (el cupo máximo permitido) tomaron parte el domingo para batir un nuevo récord de participación, a pesar del frío matinal que reinaba en la capital aragonesa.

El original formato de la prueba de la escuela de negocios, que cumplió su cuarta edición, continúa enganchando cada año a más ‘runners’ que, en equipos de 3 personas (formaciones masculinas, femeninas, de dos mujeres y un hombre o de dos hombres y una mujer) o de manera individual (en la categoría diseñada para tal fin, autónomos-open), completaron los ocho kilómetros de un céntrico recorrido de asfalto que situó su punto de salida y de llegada a la altura del pabellón Príncipe Felipe.

Desde muchos minutos antes de que se produjera el pistoletazo de salida, las muestras de camaradería, los ejercicios de estiramientos y los calentamientos conjuntos se producían en los aledaños de la instalación deportiva. Ese era, al fin y al cabo uno de los objetivos del evento: unir a los equipos humanos de las empresas de la Comunidad por medio de un arma tan poderosa como la práctica deportiva.

Conforme el reloj fue descontando los minutos, los corredores tomaron posición en la línea de salida con una mezcla de nervios e ilusión. Los ensayos tocaban a su fin; la adrenalina y la tensión competitiva comenzaban a aflorar. A las 9.30, hora del disparo de salida, la Carrera de Empresas ESIC volvió a ratificar un nuevo éxito a pesar de su corta andadura dentro del calendario atlético popular aragonés. De forma lenta pero inexorable, el pelotón y su monocromía (eso sí, en grupos de tres en tres) fue desperezándose por la avenida Cesáreo Alierta de la capital aragonesa en busca de anécdotas y buenos momentos que rememorar junto a los compañeros de trabajo.

El recorrido estaba diseñado para acoger tanto a aquellos más preparados como para los que se animaron a vivir su primera experiencia atlética. La cosa era participar. Las empresas que más equipos aportaron fueron Decathlon (69) -que repitió como firma líder-, BSH Electrodomésticos (45) e Ibercaja (30). El Grupo Henneo también aportó un importante número de conjuntos. En total, fueron 330 las firmas que contaron con al menos una formación en la carrera, frente a las 310 de la edición de 2016.

La Policía Nacional se impuso en la categoría de equipos masculina (27:23), mientras que la Academia General Militar hizo lo propio en la femenina (34:21). En la división Mixta A -dos mujeres y un hombre- Esmás venció con un tiempo de 33:50 y en Mixta B -dos hombres y una mujer- ganó MasterD (31:56). Además, los reconocimientos individuales en la categoría autónomos-open recayeron sobre Achraf Sellak (26:46) y Alicia Pérez (31:56).

El últimos tramo del circuito de 8.000 metros asistió a las típicas e incontenibles sonrisas de quien se sabe cumplidor de sus objetivos. En este caso, superar los límites personales y estrechar la relación con los compañeros de trabajo.

También hubo quienes sufrieron algo más de lo habitual para finalizar el certamen, pero las arengas del público que secundó la carrera y de los compañeros de equipo contribuyeron a que sacaran fuerzas de flaqueza y espantaran de un plumazo los fantasma de una posible retirada. El apoyo mutuo resultó clave en una prueba que se va consolidando como cita multitudinaria. Numerosas formaciones entraron en meta alzando los brazos de forma conjunta o de la mano en un gesto de alegría que simbolizó los lazos de unión que el ‘running’ ayuda a desarrollar. Lo que no pueda el deporte...