El sábado celebró sus 40 años revalidando el título de la Copa del Mundo de Ultra Trail (carreras por montaña de larga distancia). ¿Esperaba ese regalo de cumpleaños?

En junio ya gané el Campeonato del Mundo en Italia, que era a una prueba, y este fin de semana me quedaba la última carrera de la Copa del Mundo, la Ultra Pirineu en Andorra. La verdad es que era el que más fácil lo tenía porque había ganado ya dos pruebas y con quedar noveno me valía. Y al final llegué el sexto.

Fue una carrera dura que además se acentuó por el dolor de rodilla que tuvo que soportar.

A priori, no tenía ningún problema físico. Sí había tenido en verano, pero ahora llevaba un mes muy bueno entrenando. Iba con ganas de disputarla e intentar ganarla. Pero desde el principio empezaron molestias que no esperaba y que me hacían ir incómodo. A mitad de carrera, cuando además iba en cabeza y decidí atacar, aguanté el ritmo una media hora, pero en seguida me faltó la fuerza y empezaron problemas muy serios sin saber si podría terminar y entrar entre los nueve primeros, que a priori era fácil, pero al final me costó bastante.

En carreras tan duras, ¿qué le motiva para no abandonar?

Estoy haciendo carreras muy largas, que dan mucho para pensar. Hay que intentar pensar cosas positivas y motivarse. En los resultados, en lo que cuesta llegar, en todas las horas de entrenamiento y las cosas que te quitas de hacer. Yo disfruto mucho entrenando, pero hay otras cosas que me gustaría hacer. También pienso en toda la gente que me está ayudando, patrocinadores...

Exigirme y crearme presión a mí mismo. Porque en una carrera tan larga lo fácil es parar.

Este nuevo título se suma a su gran palmarés, ¿le queda algún reto por conquistar?

Acabo de cumplir cuarenta años y mantener el nivel ya es un reto, porque lo lógico es que empiece a flaquear. Pero seguir compitiendo a este nivel y tener a los jóvenes a raya me motiva bastante y con intentar repetir las carreras de los años atrás ya me conformaría.

¿Ha sido un buen año?

En cuanto a resultados, al final hemos salvado los muebles y hemos terminado contentos. Pero a nivel de disfrutar del deporte y del trail este año ha sido el peor, porque desde mayo empecé con problemas en una rodilla, luego un esguince, me rompí una costilla... No he parado del todo, pero no he entrenado a gusto ni un solo día. Solo este último mes he empezado a tener buenas sensaciones. Las carreras han salido bien porque he tenido suerte y las importantes ha coincidido que eran más bien cortas.

Es guardia civil de Montaña. ¿En algunos de sus entrenamientos ha tenido que auxiliar o ayudar a alguien accidentado?

Corriendo no, pero esquiando sí. Nos la jugamos mucho todos y cada vez hay más gente por el monte corriendo, de manera precaria a veces.

¿Ve muchas imprudencias?

Hay gente más preparada y gente menos, más informada y menos. Pero sí que hay gente que no se da cuenta del peligro. No más inconscientes que imprudentes, porque en el monte cualquier pequeño problema se puede convertir en una cosa muy seria.

¿Qué le enganchó a las ultras?

Mi primera carrera fue la Transvulcania de Canarias en el año 2013. Es bestial, con un ambiente increíble, y elegir esa como primera ultra y que me fuera bien, teniendo muy buenas sensaciones, es lo que me hizo seguir. Fue un acierto.

Es un habitual de las redes sociales. ¿Le gusta subir fotos para mostrar dónde está o es puro postureo simplemente?

Me costó entrar en este mundo, pero reconozco que es una motivación más. No para las carreras, pero sí para los entrenamientos. A veces salgo solo por hacer una foto y colgarla. Ver que la gente te sigue, valora lo que haces, les gusta y te animan a través de las redes es muy motivador.