La necesidad de escapar

El Zaragoza y el Nástic llegan a la cita de mañana con más optimismo que puntos, y con ganas de despegar.

Gaizka Toquero, en el encuentro jugado ante el Nástic en agosto pasado.
La necesidad de escapar
Daniel Marzo

Cualquier clasificación suele ser provisional cuando solo se han disputado cinco jornadas. Así se explica que el decimonoveno y el vigésimo clasificado de la Segunda División se muestren en público y en privado optimistas pese a haber atrapado solo cuatro de los 15 puntos disputados. El Nástic de Tarragona y el Real Zaragoza se carearán mañana con idéntica cantidad de puntos y de necesidades. Los dos no han arrancado todavía, pero los dos están preparados para escapar de la zona baja de la tabla.

La Romareda será el punto de encuentro de dos equipos que en la actualidad se sienten fuertes pese a su clasificación. La igualdad de puntos la han alcanzado por distintos caminos. El Zaragoza viene desprendiendo buenas sensaciones desde la segunda jornada liguera. Tras un inicio desafortunado en Tenerife, el conjunto que gestiona Natxo González ha desarrollado globalmente un fútbol más que aceptable. Independientemente de la escasa cantidad de puntos sumada, en Zaragoza gravita la ilusión porque se entiende que el colectivo aglutina un notable margen de mejora. Las sensaciones son buenas, pero deben trasladarse en puntos cuanto antes. Solo así se podrá escapar de la posición actual.

El equipo juega correctamente a la pelota, pero necesita incrementar su solidez estructural, sobre todo en el eje central de la defensa, su punto más débil. Además, ya ha cambiado de portero titular. El rendimiento inmediato de Mikel González y Cristian Álvarez se antoja fundamental en un equipo que ha encajado gol en todos los partidos de liga que ha disputado. Alberto Zapater siempre se deja la vida en la zona ancha, pero Javi Ros y Eguaras también pueden elevar sus prestaciones. La esperanza llega desde la rica parcela de la mediapunta, donde se reivindican jugadores de forma continua (el último, Papu), y, sobre todo, desde la punta, donde Borja Iglesias se ha erigido en la gran referencia del zaragocismo. Pese a las dos derrotas sumadas de forma consecutiva en la Liga, ante el Alcorcón y el Lugo, el optimismo es manifiesto. Además de un más que aceptable funcionamiento como equipo, el triunfo copero de anteayer ha elevado la autoestima de un grupo que quiere convertir su fútbol en puntos. Mañana es imprescindible sujetar la victoria para despegar definitivamente hacia la zona que el juego del Zaragoza merece.

Carreras, a la calle

El Nástic también acumula cuatro puntos y mucha moral. Su trayectoria hasta el esperanzador presente ha sido muy distinta de la aragonesa. Tras un inicio pésimo con el extécnico zaragocista Lluís Carreras, la llegada de Antonio Rodríguez ‘Rodri’ al banquillo tarraconense ha revitalizado al Nástic. Paradójicamente, Rodri también perteneció al cuerpo técnico zaragocista, como segundo entrenador de Raúl Agné. Después de apenas sumar un punto en cuatro jornadas, la paciencia de Emilio Viqueira, director deportivo del Nástic, se acabó, y Carreras cesó como primer entrenador. Rodri ascendió desde el filial, La Pobla de Mafumet, y el Nástic reaccionó en la última jornada derrotando con claridad al Albacete. Es un equipo sin trabajar, pues su actual técnico no ha desarrollado la pretemporada; pero llegará a Zaragoza cargado de ilusión, y también con la necesidad de escapar.

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