Humildad, trabajo y sacrificio. Estos son los ingredientes principales de la receta con la que Alberto Berna pretende lograr un año más la permanencia en Primera División con el Zaragoza Club de Fútbol. El técnico aragonés, que iniciará en septiembre su undécima temporada al frente del equipo, tendrá que transmitir esta filosofía –entre otras– a Arene Altonaga, centrocampista de 24 años procedente del Oiartzun que se convirtió ayer en el quinto refuerzo del club.

Berna anunció la semana pasada la renovación de su contrato por dos campañas; un síntoma de su firme apuesta por la continuidad del proyecto. Hasta ahora, el máximo responsable deportivo había ido prorrogando su compromiso de año en año. El entrenador justifica su decisión amparándose en "la buena sintonía entre la directiva y el cuerpo técnico y el momento decisivo que vive el proyecto"­. En efecto, el Zaragoza CFF ha renovado sustancialmente su plantel: hasta ocho jugadoras no seguirán el año que viene en sus filas. A los seis descartes por decisión técnica se suman los de Marta Cardona y Clara Martínez, que no aceptaron la oferta de renovación del club. Para contrarrestar estas bajas, se han producido cinco incorporaciones –a las que se podría sumar alguna más en los próximos días–. Todo ello con la premisa de mantener la competitividad en una liga que va aumentando su nivel. "Este año suben el Sevilla y el Madrid CFF, que se han paseado por Segunda. Va a ser un curso muy difícil", declara Berna. Aunque se muestra confiado: "Hemos mantenido la columna vertebral del equipo y, si todo se cierra como queremos, tendremos una plantilla que mejorará a la de la pasada campaña". El último objetivo es la incorporación de una jugadora de banda izquierda. El deseo es tener en nómina a 18 o 19 futbolistas para iniciar la pretemporada el próximo 1 de agosto.

El Zaragoza Femenino jugará en una liga que "está creciendo mucho" y en la que el proceso de profesionalización marcha por buen camino, aunque todavía le queden pasos por dar. Bastantes jugadoras aún tienen que complementar su pasión con un trabajo a media jornada. "El objetivo es que, en 2-3 años, exista un salario mínimo y las chicas puedan dedicarse en exclusiva a esto". Las muestras de interés del público y los medios prueban el potencial del fútbol femenino. "Esta rueda ya no se va a detener", asegura Berna.