Sito Alonso: "Abós siempre me ha servido de ejemplo"

Acaba de firmar por el FC Barcelona por las dos próximas campañas, más otra opcional. Sito Alonso sigue creciendo...

Cada año he tenido la posibilidad, y también la fortuna, de poder afrontar nuevos retos y de continuar avanzando en mi carrera deportiva. Y ahora me sobreviene el desafío de mayor entidad. Estoy muy ilusionado ante esta nueva etapa. Se trata, sin duda, de un paso muy importante en todos los sentidos.

¿Qué aportará usted al nuevo proyecto azulgrana?

No me corresponde a mí definirme. Sin embargo, sí puedo garantizar trabajo, mucho trabajo, además de la ilusión, la ambición y el compromiso que pongo siempre en todo lo que hago. Son máximas que no sólo aplico al baloncesto, sino que tengo muy presentes en todos los aspectos de la vida. La intención es formar cuanto antes un equipo muy competitivo. Y que nadie nos gane a esfuerzo.

Todo comenzó aquí, en Aragón.

Yo nací en Madrid, pero a los tres años mi padre vino a trabajar a Zaragoza. Como entrenador, mis primeros pasos fueron en Compañía de María, en un equipo de benjamines. Luego jugué en las categorías inferiores del CBZ, aunque por entonces también dirigía al Helios. Posteriormente, con 18 años, seguí esa misma línea en Monzón: además de jugar allí, llegué a entrenar a tres equipos del club al mismo tiempo.

¿Siempre quiso ser entrenador?

Mis primeros recuerdos de baloncesto se remontan a mi casa. Con mi padre, Alfonso, viendo vídeos a todas horas y con mi madre, Julia, sentada junto a él, viéndolos también. Ellos me transmitieron su pasión por este deporte, al margen de muchos otros valores que han resultado determinantes a lo largo de mi vida. Me enseñaron, por ejemplo, que hay que trabajar siempre con entusiasmo, profesionalidad y dedicación, tanto si se ejerce en la élite como si no.

De hecho, ahora abandona por unas días el baloncesto profesional para dedicarse a la formación de jóvenes valores.

Junto a mi padre, llevo 33 años realizando el Campus Sito Alonso, con chicos y chicas de entre 6 y 17 años, y son momentos inolvidables. Compartimos experiencias, conocimientos y sonrisas. Me encanta trabajar con mi padre.

Otro de sus referentes fue José Luis Abós, fallecido en 2014.

José Luis siempre me ha servido de ejemplo. Fue un modelo de lo implica labrarse el futuro, de lo que supone luchar al máximo por hacerse una carrera como entrenador. Nos dio una lección magistral de lo que representa el amor al baloncesto. Además, llevó al Tecnyconta a las cotas más elevadas de su historia. Me acuerdo muchísimo de él.

¿Cómo ve al Tecnyconta en la actualidad?

No ha sido un año nada fácil. Ha estado muy condicionado por sus limitaciones económicas. Sin embargo, dispone de un plan sólido y estable, cuenta con muy buenas bases. Pronto regresará donde realmente merece.

Regresar a Zaragoza, aunque sea en el banquillo rival, ¿sigue teniendo un valor sentimental para usted?

Por supuesto. Para mí siempre resulta muy especial, porque me permite reencontrarme con mis padres y con mis amigos. La ciudad me trae una gran cantidad de recuerdos. Yo he pertenecido al baloncesto zaragozano, y es algo que nunca olvidaré.