¿Cuánto marca el cuentakilómetros de Martín Fiz?

Alrededor de 300.000 kilómetros. Algunas vueltas al mundo. Con 54 años recién cumplidos empieza a pedir tregua, pero mientras haya pasión y salud seguiré corriendo.

Dicen que los motores diésel, cuando son buenos, duran casi hasta la eternidad.

Soy una persona privilegiada porque no he tenido lesiones graves. El motor tampoco lo he puesto al mil por cien. Soy un atleta diésel, con lo cual siempre voy a ritmos rápidos pero sin pasarme de revoluciones. Eso es importante para llegar a mi edad con ganas, con el motor en plenas condiciones y optar a importantes retos.

Porque usted sigue ganando carreras importantes.

Entre comillas. Son de alto nivel pero adaptadas a mi edad. No voy a ganar ya a los africanos, ni estaré en los Juegos Olímpicos. Adapto mis objetivos y estoy corriendo bastante rápido con 54 años. Atletas que han sido rivales me dicen, "después de lo que has ganado ¡te metes en unos jaleos!". Sería más fácil participar en eventos sin exprimirte, pero es mi condición.

Dos maratones en este 2017 para cerrar un gran círculo.

Estoy con el reto de las ‘seis majors’. Hasta ahora he ganado cuatro: Nueva York, Tokio, Boston y Berlín. Me quedan Londres en abril y Chicago en octubre

¿Qué posibilidades tiene? Dijo tras ganar en Berlín en septiembre que le están apretando duro.

Cada vez me está costando más. Estoy compitiendo con gente cuatro años más joven. Pero lo enfoco con mucha emoción y entusiasmo. Es un juego chulo. Es luchar contigo mismo aunque te va dando más vértigo carrera tras carrera. Sobre todo cuando el aficionado acérrimo español y de todo el mundo se mete en redes sociales y te dice que solo te quedan dos.

Han pasado más de 22 años desde aquella imagen imborrable: triplete español en el Europeo de maratón, historia en mayúsculas del atletismo nacional.

Siempre he dicho que la imagen con la que me quedo es con la del 94, no con la del 95, cuando fui campeón del mundo.

Ahí estaban los tres en la pista. Desde la tele era emocionante.

Estábamos abrazados. Era una imagen real, tres atletas españoles que habían entrenado juntos.

¿Tiene la foto en sitio especial?

En uno muy especial. Tanto con Diego García como Alberto Juzdado fuimos compañeros y rivales pero sobre todo muy amigos. Eso hace que aquella imagen quede intacta. Pero también la de Cacho en Barcelona, la de Abel Antón en Sevilla 99 y ahora la de Ruth Beitia. La del 94 creo que quedará en la retina de los aficionados porque desde entonces ya no eran cuatro locos que salían a correr por ahí. Ahora se ha movilizado tanto el running que incluso las mujeres ocupan el lugar que merecen.

¿Se siente responsable de la actual fiebre del running?

No soy egocéntrico, pero totalmente. Abel Antón y yo somos referentes en el maratón, como Abascal o Llompart en la marcha. Tener referentes es bueno en cualquier deporte. También Chema Martínez se ha metido con los aficionados. Eso hace que ahora te conozcan más que antes.

¿Es posible?

Sí, sí. Me conocen más ahora que como campeón del mundo.

Gotemburgo 95, ¡qué momento!

La matrícula de honor. Ganar el Mundial y los Juegos son títulos que refrendan una gran carrera.

El cuarto puesto en Atenas 2004, imagino que es su espinita.

Es la gran espina. Verte llorando en el estadio... 23 años después, cuando veo ese diploma olímpico en la pared del salón me digo, "lo difícil que fue conseguirlo". Ahora lo estoy disfrutando, pero ese día fue lo peor que me pudo pasar.

¿Algún consejo para runners de todo un campeón?

Estoy muy de acuerdo con este gran momento, pero cuidadito con las imprudencias. Se pagan. Todo hay que hacerlo con moderación y en trayectoria progresiva.

¿Por qué engancha tanto?

Por las endorfinas y lo que eleva la autoestima. Suelo decir que les damos mucho trabajo a los fisios y a los traumatólogos pero se lo quitamos a los psicólogos.

Ha visitado Huesca para presentar ‘Fiz Puro Maratón’ en acto solidario por los niños de Etiopía. Muchos dolores de cabeza surgieron para usted ahí y en Kenia. ¿Le enorgullece ayudarles ahora?

Sí, porque fui compañero y rival de Gebrselassie, Bekele, Dibaba... Que aportemos ese granito de arena desde Europa es fenomenal.

Las famosas dos horas. ¿Es posible superar esa barrera?

Lo veo difícil. Tal vez con el tiempo. Tú que eres joven lo podrás ver. A mí me costará mucho.

Si digo Aragón, usted dice...

El gran Eliseo Martín. (Toni) Abadía, el mejor fondista español. Y un futuro cercano con Mayo. Hay mucha calidad y talento.