La salvación y el resurgir de un sueño

El Huesca se mide en El Alcoraz con el Valladolid (16.00) con la meta de avanzar hacia los 50 puntos. Si la victoria se queda en casa, el equipo azulgrana ganará opciones como candidato a la zona de ‘play off’.

Juan Antonio Anquela, en el entrenamiento matinal de ayer en el centro de FP Montearagón
Juan Antonio Anquela, en el entrenamiento matinal de ayer en el centro de FP Montearagón
Rafael Gobantes

Tras la despedida de cada jornada del calendario está más cerca el que se vaya aclarando la incierta atmósfera en la que se envuelve la Segunda División del fútbol español. En los partidos continúan poniéndose en disputa tres puntos, cuya validez numérica no se altera ni se alterará, si bien la trascendencia de los resultados a medida que se acerca la recta final del campeonato va lógicamente en aumento.

Con el Levante y el Girona empeñados en destrozar la tabla por su cima, la pelea por el ‘play off’ continúa fuerte aunque la clasificación comienza a dar indicios de querer partirse en la zona templada, donde se mueve ahora mismo la Sociedad Deportiva Huesca. Precisamente tiene hoy el equipo azulgrana la posibilidad de aumentar la temperatura en la batalla entre los aspirantes, con la llegada al estadio de El Alcoraz del Real Valladolid (16.00), rival que marca la barrera de los perseguidores de la promoción de ascenso. Los altoaragoneses, eso sí, andan más centrados en cuadrar las cuentas de la permanencia, lo que no es óbice para pensar en grande: si el triunfo se queda en casa el sueño oscense resurgirá.

La permanencia, poder visionarla, olerla, casi rozarla con la yema de los dedos. Ese es el asunto estrella del partido de esta tarde para los propietarios del terreno de juego. Con los 36 puntos actuales y una victoria (39), le quedarían al Huesca catorce encuentros ligueros para echar el lazo a los famosos 50 puntos del redondeo matemático para continuar en Segunda. "Solo pensamos en eso". Lo han dicho todos y cada uno de los jugadores azulgranas que han ofrecido sus impresiones a lo largo de la semana.

No se puede negar la obviedad. En el club la temporada se vestiría con éxito gracias a la permanencia. Pero en la propia entidad y especialmente en su entorno, en los aficionados, todavía se mantiene vivo el ardoroso deseo de optar a abrir vías nunca antes exploradas en el Huesca. Buena parte de ese resurrección del sueño del ‘play off’ dependerá de lo que sea capaz de ofrecer sobre la hierba ante el Valladolid, que si vence en El Alcoraz excavaría un agujero de considerables proporciones respecto a los oscenses.

Los castellanos son un gigante en la Segunda División. Para el cuadro que dirige Paco Herrera la promoción de ascenso no es un anhelo, es una obligación. De ahí que el encuentro para los blanquivioletas adquiera una enorme proyección. Redirigir esa necesidad del enemigo hacia un exceso de presión puede ser otro elemento en el órdago dominical que pretende lanzar el Huesca. Por cierto, en la capital oscense, una vez más, se estará muy pendiente del cielo. Ayer el césped presentaba un buen aspecto. La lluvia, que no se espera hoy en cantidad abundante, suele causar severos daños en la pradera azulgrana.

Sin el enrachado Vadillo

Anquela no podrá contar con el enrachado Vadillo, baja por sanción. Akapo entrenó ayer, por lo que si es de la partida el único cambio será el de Ferreiro por el extremo gaditano. Samu no completó toda la sesión por precaución pero apunta a ser nuevamente el enganche con la punta de lanza de cara a "un partido bonito y a la vez muy difícil", opinó Melero. "Si ganamos está claro que tendríamos bastante margen con los de abajo pero lo primordial son los 50 puntos. Cuanto antes llegues, más cerca estarás de los de arriba. Sobre todo tranquilidad y pensar solo en el partido", añadió.

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