Parece que la Sociedad Deportiva Huesca ha salido por fin de su letargo invernal en el capítulo ofensivo. Al menos eso es lo que se deduce de los datos que han surgido en los dos últimos encuentros del campeonato liguero disputados por los altoaragoneses. Así, después de superar su récord histórico de minutos sin marcar en sus siete andaduras en Segunda División –ahora está fijado en 485–, las cuatro dianas frente al Zaragoza y el Córdoba y el número de disparos que ha intentado el Huesca invitan a pensar en una reactivación por su zona de vanguardia.

En Lugo, con un cabezazo de Melero en el minuto 18, cerró el Huesca su nómina de goles en 2016. Era el duelo de Liga previo a las vacaciones, que finalizó en empate (1-1). La Navidad, una etapa feliz por su situación clasificatoria en puestos de promoción de ascenso, lejos de asentarla apagó la vocación atacante de un hasta entonces alegre conjunto oscense, en lo que a llegadas al área, goles e intentonas frente al marco rival se refiere. Con 19 jornadas consumidas, el Huesca llevaba una media de 1,47 goles por partido, con 4,79 disparos a puerta y 11,37 tiros por aparición liguera.

Tras la visita al Anxo Carro, cuatro partidos consecutivos sin anotar gol completó el Huesca en su bienvenida al nuevo año. Arrancó con un 0-0 en Soria ante el Numancia, siguió con un 0-2 ante el líder, el Levante, continuó con otra derrota como local ante el Alcorcón (0-1) y firmó otra igualada en Tarragona con resultado.

Borja Lázaro, en el minuto 53 del duelo aragonés ante el Real Zaragoza, cortó esa negativa y prolongada racha ante el arco enemigo. No le sirvió de nada a su equipo, que vio cómo los blanquillos remontaban, maquillando Alexander González con el 2-3 definitivo en las postrimerías del choque.

En la derrota, dura por tratarse de un partido especial, pudieron rescatar los oscenses algunos guarimos para la esperanza en el plano ofensivo. Así, si en los cuatro primeros duelos de 2017 el Huesca contabilizó un total de 8 golpeos a portería; frente el Zaragoza disparó en seis ocasiones entre los tres palos de la meta defendida por Irureta –diez tiros totales–.

El domingo en El Arcángel de Córdoba, los de Anquela dieron nuevamente síntomas de esa reactivación en ataque. Cinco disparos a puerta y once intentos en el cómputo global fueron correspondidos con dos goles que, esta vez sí, se tradujeron en tres puntos dorados para el Huesca.

"Fueron importantísimos, una liberación, y ahora hay que intentar recuperar la buena dinámica que llevábamos antes en casa", recordó ayer Juan Aguilera, quien reclamó "concentración los noventa minutos", ya que "nuestra salvación pasa por El Alcoraz". Allí, en su morada, el Huesca lleva ahora tres encuentros consecutivos con derrota.

El centrocampista madrileño hizo hincapié en el resurgir atacante de su equipo. "En Córdoba hemos cambiado totalmente la tendencia. En partidos anteriores ni marcábamos ni generábamos ocasiones. El domingo hicimos dos goles y pudimos hacer más, aunque ellos tuvieron oportunidades claras. Eso también hay que mejorarlo", indicó.

Brezancic firma de autógrafos

La plantilla del Huesca se ejercitó en la matinal de ayer en el IES Pirámide en el habitual entrenamiento por grupos, con doble duelo preparatorio ante el filial, el Almudévar. Con 4-1 y 4-0 se cerraron los cuatro tiempos de un partidillo en el que lo más destacado fue el retorno a la disciplina de grupo del lateral Brezancic, baja en Córdoba por un problema en su pie izquierdo.

Hoy, nuevo entrenamiento, en este caso a las 11.00 en el instituto Montearagón dentro de una jornada en la que los aficionados azulgranas podrán acudir al centro comercial Coso Real, donde en la tienda de la firma Orange, a las 18.00, los jugadores Jair Amador y Lluís Sastre firmarán autógrafos.