Las fieras regresan al Ebro

La prueba cívico-militar, programada el día 26, viste su cartel con una trail de 30 km, una popular de 12 y una andada.

Participantes de la pasada edición a su paso por el campo de maniobras de San Gregorio.
Las fieras regresan al Ebro
Brigadas Aragón I

La Carrera del Ebro inicia la cuenta atrás para una nueva edición, la undécima, que quiere volver a superarse. Para sus promotores desde que en 2006 vio la luz –la Brigada de Caballería Castillejos II, que desde el 1 de enero ha pasado a denominarse Brigada Aragón I, en colaboración con Unesco Aragón Deporte– el evento siempre ha tenido un sentido que va más allá del plano deportivo: revalorizar el entorno natural de Zaragoza y, especialmente, acercar a la sociedad civil las Fuerzas Armadas. Entonces, 700 corredores se apuntaron a la primera Carrera del Ebro, una cita que con el paso de los años ha batido sus propios registros. Y quiere volver a elevar el listón de participación el próximo 26 de febrero.

Nació con una prueba de 18 kilómetros y en 2013 innovó su cartel con un trazado de 30 kilómetros, una trail por terreno más exigente. El año pasado, la ‘niña bonita’ de la Brigada Aragón I amplió su atractivo programa con la incorporación de una andada. En 2017, la organización sigue innovando, cuidando los detalles con ilusión para que las fieras regresen al Ebro, haciendo alusión a las imágenes que visten las camisetas oficiales. Así, el esquema de la competición, que tendrá la salida y llegada en las pistas del Estadio Corona de Aragón de la capital, consta de tres pruebas: la 30K trail, un recorrido popular de 12 km y la andada, también de 12.000 metros y que no se registrará en una clasificación, que tanto éxito tuvo en 2016. Además se estrena una categoría por equipos, indistintamente formados por militares o por civiles.

Los atletas atravesarán ecosistemas emblemáticos de Zaragoza, como la estepa del campo de maniobras de San Gregorio, El Escarpe, el barranco de Los Lecheros y la ribera del Ebro, alcanzando en algunos puntos del recorrido cotas que ofrecen unas magníficas vistas de todo el Pirineo aragonés y la sierra del Moncayo. Caminos, sendas y barrancos, subidas y bajadas con buena dosis de polvo y piedras. Todo un rompepiernas. Se habilitarán distintos puntos de avituallamiento de agua y bebidas isotónicas, y no faltarán ambulancias de Cruz Roja y de los organizadores. Además, a lo largo del recorrido, se exhibirá material militar que la Brigada Aragón I instalará para amenizar la matinal deportiva.

Pero la Carrera del Ebro es más. No solo es una prueba que fortalece los valores del deporte, que van ligados a las Fuerzas Armadas. Sino que también supone el deporte como cauce de cultura y de paz. Por eso el evento también tiene un componente solidario, y se utiliza para recaudar fondos para proyectos en beneficio de los más desfavorecidos en aquellos lugares donde la Brigada de Caballería participa en Operaciones de Apoyo a la Paz. En la última edición, la aportación de los corredores llegó, directamente, al corazón de los más pobres de África, a Mali. En la localidad de Koulikoro se sufragó la escolaridad de 30 niños y la compra de un pequeño medio de transporte escolar al que ellos llaman ‘kata-kata-ni’.

El plazo de inscripción finaliza el 22 de febrero y los atletas pueden apuntarse en www.carreradelebro.es, o en las tiendas de Running Zaragoza (Ricla, 2), Zenit (María Guerrero, 9), 080 Running (Anselmo Clavé 37) y Fartleck Sport (Bretón, 46). El evento cuenta con el apoyo del Banco de Santander, Zaragoza Deporte Municipal, ARPA, Grupo San Valero, Centro Universitario de la Defensa, Casa Matachín, Expo Zaragoza Empresarial, Trangoworld y Podoactiva, así como las instituciones aragonesas y colaboradores que contribuyen en los diferentes aspectos logísticos de la prueba, imprescindibles para que la cita vuelva a ser un éxito.

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