Es uno de los valores más emergentes del baloncesto español. Sergi García, de 19 años, emite señales muy positivas y una ambición desbordada. Internacional en las categorías inferiores de la selección española, y provisto de un futuro prometedor, García ha exhibido personalidad y descaro en cada una de sus actuaciones con la primera plantilla. Sin embargo, su presencia en la élite siempre ha resultado testimonial; un escenario que tratará de modificar ahora, en un curso especialmente ilusionante para el canterano: es, por fin, jugador de la primer equipo a todos los efectos. Y asume el reto con entereza y seguridad. Ha llegado su hora. "Estoy muy contento por la oportunidad que me ofrece el club. Trabajaré al máximo para no desaprovecharla", explica el base, quien se proclamó campeón de Europa, el pasado mes de julio, con la selección española sub 20.

"Ganar el torneo continental supuso una gran alegría. Fue un final de temporada extraordinario, después de un año que no resultó nada fácil por las lesiones. Y ahora formo parte de la primera plantilla del CAI... Estoy muy contento por todo. Tengo muchas ganas de seguir creciendo y de seguir aprendiendo de mis compañeros", advierte García, quien muestra un fe inexorable en sus propias posibilidades: "Mi trabajo va a estar ahí cada día. En este sentido, no voy a dejarle dudas al entrenador. Mi labor es darlo todo en los entrenamientos y, a partir de ahí, ganarme la confianza del técnico", anuncia el base.

El mallorquín, además, coincidirá en el equipo aragonés con Jonathan Barreiro, otro componente del combinado español sub 20. "Hemos sido compañeros este verano en el equipo nacional, pero también hemos jugado juntos en años anteriores en las diferentes categorías inferiores de la selección. Intentaré que se adapte al grupo lo antes posible", anuncia García. El base debutó en la Liga Endesa en octubre de 2013, de la mano de José Luis Abós. Lo hizo con sólo 16 años , 8 meses y 14 días, siendo el jugador más joven del CAI Zaragoza en estrenarse en la máxima categoría del baloncesto español. Ahora, pro fin, ya pertenece definitivamente a la primera plantilla.