Alberto Zapater: "Si llenamos La Romareda, seremos invencibles"

Cuando le han retirado del campo en el partidillo de entrenamiento, se ha llevado la ovación de la mañana...

Hay ilusión en la gente, y eso es bueno. Se han juntado muchas cosas en Zaragoza. Después de unos años muy duros, ahora se ve la luz. Seguimos en Segunda División, pero todo el mundo cree. Y eso es fundamental. Dejar de creer es lo peor...

Hace apenas unos días, usted puso la cota muy alta: alrededor de 5.000 personas asistieron a su presentación. Su foto fue elegida como imagen de la campaña de abonados del club.

Para mí significó una satisfacción enorme, inmensa. Pero el hecho de que acudiera tanta gente creo que va mucho más allá de que yo regresara al equipo: quiere decir que el zaragocismo está más vivo que nunca. La afición es fundamental. Había tanta gente en el campo... Estoy convencido de que si llenamos La Romareda, seremos invencibles.

En cierto modo, la afición zaragocista ha modificado sus hábitos. Ha dejado de ser tan exigente como antaño. Ahora es más comprensiva. Se trata de amor verdadero por su equipo: quererle de verdad, ayudarle cuando más lo necesita.

La afición del Real Zaragoza ha visto a muy buenos futbolistas, por eso era tan exigente. Ahora le hemos dado la vuelta. En cualquier caso, tenemos que ser nosotros los que hagamos creer a la gente. Ahora percibo muchas ganas, aunque en ningún caso debemos caer en la euforia.

Y usted, ¿qué tal se encuentra tras el primer partidillo en La Romareda? ¿Siente agujetas? ¿Le duele algo?

Después de tanto tiempo, se me hacía largo el campo...

He visto otro partido... Yo le he visto sobrado sobre el césped. Dueño del centro del campo, ayudando atrás cuando era menester. En serio, de categoría, Alberto.

Solo llevamos cinco días de preparación. Sé que tengo que cuidarme mucho. La temporada va a ser muy larga.

Más que su rendimiento, que todavía no se puede valorar, quizás habría que subrayar sus ganas, su ambición.

Eso es cierto. Me levanto por la mañana, y tengo unas ganas locas de ir a entrenar. Luego, acabo el entrenamiento y ya tengo ganas de que llegue el siguiente.

Quizás este gozando ahora después de haber sufrido tanto en las últimas temporadas fuera de Zaragoza...

Puede ser. Los últimos años fueron muy duros. Seguramente, con el paso del tiempo lo veré todo positivo, pues todo curte. Ahora soy feliz en Zaragoza. Disfruto de mi familia, de mis hijos, Alejandra y Oliver. Ahora llevan cuatro días fuera. Ayer me mandaron un audio cantando "Zapater, te quiero", la canción del otro día en La Romareda. De verdad que fue precioso.

Qué cosas tan bonitas está diciendo...

La familia es esencial. En mi cabeza sé que este año va a ser durísimo en Segunda División, que el Zaragoza es un histórico de Primera en Segunda, que la lucha va a ser intensísima. Pienso 25 horas al día en el Real Zaragoza, y la ayuda de mi familia es fundamental para mí.

También ha llegado otra ayuda buena, un artículo de lujo en Segunda: Cani.

Está clarísimo que Cani y yo venimos a sumar, a ayudar a un equipo que llevamos muy adentro. En Italia le cogí cariño al Genoa. Pero el Zaragoza es diferente: soy socio, he pasado de recogepelotas hasta llegar al primer equipo. El resto de clubes en los que he jugado son diferentes para mí. Mi equipo es éste, el Zaragoza. Siempre pensé en el regreso. Creo en el destino. Sabía que regresaría.

Antes le hablaba de la magia de Cani...

Es muy bueno. Siente el Zaragoza. Yo sabía que iba a volver.

¿Por qué?

Porque es del Zaragoza. Hace unas semanas estuvo en mi casa en el cumpleaños de mi hija, Alejandra. Fue el 29 de mayo. Hablamos y me dijo que quería volver. Yo entonces estaba entrenando ya. Aún no tenía nada. Luego firmé, intercambiamos un montón de mensajes y de fotos. Igual con él que con su hermano.

¿Con Sergio?

Eso es. Fue muy bonito. Él vive el Real Zaragoza. Se merece disfrutarlo ahora y hacérnoslo disfrutar a todos. Somos futbolistas. Somos zaragocistas.

Pero usted sabe que el fútbol es muy cambiante...

Los dos sabemos que lo verdaderamente importante es el club, que por encima de nosotros está el Real Zaragoza. Asumimos que cada domingo va a ser un examen.

Examen durísimo: el objetivo del Zaragoza es Primera.

Claro. Pero no se asciende solo con decirlo. Segunda División es dificilísima. Mire el Huesca, le ganó a todos los de arriba al final de la temporada pasada. Desde luego, no se asciende en agosto.

¿Qué tal con Luis Milla?

Bien. Ya he hablado con él. Intenta hablar con todo el mundo. Además, es de Aragón y conoce la casa.

Y le gusta jugar bien al fútbol.

¿Qué es jugar bien al fútbol?

Tocar, mover, asociarse, intentar que el balón sea la herramienta de trabajo... Algo así, ¿no?

Es que la gente cree que jugar bien al fútbol es jugar como el Barça. El problema es que Xavi, Iniesta y Busquets solo había o hay tres. Hay que jugar lo mejor que se pueda con lo que se tiene. Porque jugar al bien fútbol también es jugar como hace el Atlético de Madrid. Y algo fundamental: la afición del Atlético se va todos los días orgullosa a casa. Ese tiene que ser nuestro objetivo, que nuestra afición esté orgullosa de nosotros.

¿Cómo valora los fichajes que se han hecho hasta ahora?

Son gente joven y con ganas. También hay una base del año pasado, gente que quiere seguir, gente comprometida. Por supuesto, mis compañeros son los mejores para mí.

Acaba de citar la palabra compromiso. ¿Qué sensación experimentó cuando se enteró del 6-2 de Palamós ante el Llagostera?

Estaba en Zaragoza. He visto todos los partidos del Zaragoza por televisión. Hasta me suelo poner la radio para vivirlos con más intensidad. El único que no vi entero fue el de Soria ante el Numancia, pues llegó una visita a casa. Cuando volví a ver el partido, nos había empatado. En cuanto al 6-2, fue muy duro; pero eso también es fútbol. Recuerdo que al día siguiente fui con mi hija al Parque del Agua y seguía viendo niños con la camiseta del Zaragoza. Entonces me di todavía más cuenta del inmenso sentimiento que sostiene este club.

¿Cerramos lo ojos y viajamos hasta el mes de junio de 2017...?

No, eso sería un grave error. En el fútbol hay que tener los ojos bien abiertos. Insisto en que la Segunda División es igualadísima. Cualquiera le puede ganar a cualquiera. Tenemos que ir partido a partido.

Como dice Simeone...

El dicho es muy anterior, pero el que lo ha llevado a la práctica de verdad es Simeone. El fútbol son hechos, no palabras. E insisto, hay que ir partido a partido. Más aún, día a día. En mi mente no está el primer partido de liga ante el UCAM Murcia. Solo tengo tiempo para pensar en el día de mañana, en viajar a Boltaña, en trabajar a tope, en alimentarme bien, en descansar, en aportar todo lo que pueda y más. Quiero disfrutar del día a día del futbolista.

¿Ha dicho disfrutar?

Por supuesto. Yo disfruto entregándome al máximo.

Por cierto, en las fotografías que le han tomado esta semana en los primeros entrenamientos se le ve muy serio, absolutamente concentrado, corrigiendo continuamente a los chavales.

Todos tienen que saber dónde están y qué nos estamos jugando. Siempre me he tomado el fútbol con muchísima seriedad. Sé que puedo ayudar, que puedo sumar en este colectivo. Ilusión tengo más incluso que cuando debuté con 19 años en el primer equipo del Zaragoza. Parezco un chavalito de ocho años que solo piensa en jugar a la pelota y en su equipo. Y mi equipo es el Zaragoza. Si subimos a Primera, mucho mejor. Pero que quede muy claro que no me hace una ilusión especial volver a jugar ante el Madrid o el Barça: lo que me hace ilusión de verdad es defender la camiseta del Zaragoza y ver vibrar a la afición de La Romareda.