"España debe estar orgullosa del gran talento de su baloncesto"

Muggsy Bogues, el jugador más bajito en la historia de la NBA. ¿Qué tal acogida ha recibido en Zaragoza?

Muy buena, la ciudad me ha acogido de una forma inmejorable. Visitar el mundo siempre es excitante y la verdad es que este viaje está resultando muy divertido.

Vuelve a un sitio muy especial, donde ganó el oro con Estados Unidos en aquel Mundial de 1986.

Sí, recuerdo aquella medalla de oro, un momento muy especial para el deporte en nuestro país, porque fue la primera vez que ganábamos un Campeonato del Mundo desde 1974. Fue un sueño estar en lo alto de ese podio con la copa.

Con 1,60 metros, consiguió dejar en aquel torneo al yugoslavo Drazen Petrovic (1,96) con 12 puntos.

Era uno de los mejores jugadores del momento, y aquel partido contra Yugoslavia fue inolvidable. Recuerdo que entonces la prensa española me puso el apodo de la Chispa Negra, y eso realmente me motivaba en cada duelo con EE. UU.

Siempre insistió en que, a pesar de ser bajito, podría cumplir con su sueño de jugar a baloncesto.

Cuando era pequeño, era como cualquier otro chico, soñando con el futuro y visualizando cómo sería una vida dedicada al baloncesto. No me importaban las críticas que pudieran hacerme, o que dijeran que no tenía opción para ello, solo quería jugar y jugar.

Debió ser una tarea difícil, en cualquier caso.

Lo fue. Recuerdo muchos días volver a casa y contarle a mi madre todas las cosas que otras personas me decían en la calle: que era demasiado pequeño, que no debería estar jugando a baloncesto y todos esos comentarios nada simpáticos y chistes crueles. Pero no podía dejarlo, simplemente amaba demasiado practicar este deporte.

¡Qué recuerdos tan duros!

Nunca me elegían cuando los demás chicos hacían equipos en la calle para disputar un partido, siempre me decían que tenía que sentarme a mirar, pero me cansaba de esa actitud. Cada vez que salía a la calle, estaba convencido de que podría obtener un nuevo éxito. Lo que oía a mi alrededor me entraba por un oído y me salía por otro.

Pero nunca se rindió.

Jamás. A pesar de la gente que me rodeaba y las circunstancias, siempre seguí empujando y empujando… hasta que al final me hice un hueco.

¿Cuándo tuvo la certeza de que podría convertirse en un profesional del baloncesto?

En realidad no fue hasta el Mundial de España. Siempre había tenido presente que si ese sueño se convertía en realidad, supondría un gran porvenir para mí. En concreto, empecé a sopesar la posibilidad de ser profesional cuando me veía al frente de los equipos de los institutos y la Universidad. ¡Nunca antes se había visto a un jugador tan bajito cruzando los Estados Unidos con un equipo de baloncesto!

Estuvo en los Washington Bullets, Charlotte, Golden State Warriors y Toronto Raptors. ¿Cuál es su primer recuerdo como jugador de la NBA?

Recuerdo un partido de pretemporada contra Los Ángeles Lakers de Magic Johnson. Estaba nervioso como nunca antes lo había estado, y no fue hasta la segunda parte cuando mi entrenador me dio entrada en la cancha. Cuando me encontré con mis compañeros en la pista, me di cuenta de que había llegado, verdaderamente, a la NBA.

¿Echa de menos los días como jugador?

Sí, especialmente cuando pienso en que quizás podría haber continuado jugando tres temporadas más, pero mi madre falleció y decidí que aquel era el momento de dejarlo. Sin embargo, estoy feliz porque demostré que los demás se equivocaban sobre quién puede o no dedicarse al baloncesto.

Quienes hace ya años que han dado el salto a la NBA son los españoles.

Creo que el baloncesto se ha convertido en uno de los principales deportes en España, y también gracias a jugadores de la talla de Pau y Marc Gasol, José Calderón, Ricky Rubio… Son algunos nombres que han firmado siempre un excepcional baloncesto. Sinceramente, los españoles debéis estar muy orgullosos del gran talento que hay a vuestro alrededor

¿Cuál es su apuesta para los Juegos Olímpicos de Río?

Creo que España va a competir muchísimo en los Juegos de Río, y seguro que se va a encontrar con Estados Unidos. Tienen tanto talento y tan buenos jugadores que, si alguien puede cumplir la tarea de batir al equipo americano, esa es la selección española.