“El camino más fácil no suele ser el camino bueno”

Petrut Chichirita (Rumanía, 1996) vive en Zaragoza desde 2006. Acaba de ser convocado por la selección española sub 22 de baloncesto adaptado.

Petrut Chichirita.
Petrut Chichirita.
Guillermo Mestre

El pasado domingo se jugó la final del Campeonato de España sub 22 de baloncesto adaptado. Un jugador del CAI Adaptado, Petrut Chichirita, fue el jugador más valorado. ¡Estamos ante el LeBron James o el Stephen Curry en silla de ruedas!


Qué va... Entiendo el deporte como esfuerzo, como forma de desarrollarme, no como otra cosa.



¿Quién le gusta más, LeBron o Curry?


Los dos son buenísimos, pero a mí me gusta más LeBron. Igual es porque yo juego de ala-pívot. Curry juega más por fuera.


Usted mete tantos puntos como LeBron James, pero no llegó a España precisamente como una estrella...


Nací en Rumanía, en un pueblecito de los Cárpatos llamado Poenari, cerca de Curtea de Arges. Vine a España con 10 años, junto a mi madre, Ioana, y a mis hermanas, Alexandra y Mihaela. Llegamos en 2006.


¿Y papá?


Mi padre, Vasile, había venido antes a trabajar. Era albañil. Murió a causa de un infarto a los 44 años, a los pocos meses de llegar nosotros a España para reunirnos con él. Fueron años duros. Afortunadamente, me integré muy bien en el colegio.


La educación es esencial.


En Quinto de Primaria entré en el colegio El Buen Pastor, en el barrio de Torrero. Vivíamos muy cerca del colegio, en la calle Río Jiloca. Los profesores me ayudaron mucho.


Ya lo creo. Muy buenos profesores: Vicente Ramos, José Antonio Ruiz Trigo...


Sí. Y los compañeros también me ayudaron mucho. Ahora continúo allí. Voy a hacer el Grado Superior de Administración. Se puede jugar y estudiar a la vez.


Cuentan que su vida constituye un ejercicio de superación.


Desde luego, el camino más fácil no suele ser el camino bueno. Yo nací con una luxación en la cadera que hacía que tuviera una pierna 4,5 centímetros más larga que la otra. En Rumanía me hicieron siete operaciones; pero se equivocaron, me cortaron el cartílago y me dejaron todavía peor. Hicieron que una pierna creciera más despacio para que se nivelara.


Lleva las piernas repletas de cicatrices de las operaciones...


Al final, la diferencia entre una y otra pierna quedó entre 1,5 y 2 centímetros. A la hora de jugar al baloncesto adaptado equivale a una puntuación funcional de 4,5.


¿Cómo es capaz de danzar sobre una silla de ruedas?


¡Pero si estoy todo el rato por el suelo!


Porque lucha todos los balones...


Eso es cierto. Hay que pelear hasta el final.


Dicen que es una de las grandes promesas del baloncesto adaptado español.


La seleccionador nacional sub 22, Miguel Vaquero, ya me convocó en 2014 y 2015 para dos concentraciones con los mejores talentos de España. Ahora me ha vuelto a citar. Me voy mañana viernes a Barcelona. Allí disputaremos un torneo con Italia y Francia.


Mire si será usted bueno, que le cita la selección española sin ser todavía español...


Sí, llevo 10 años viviendo en España y todavía no soy español... ¡Todavía no puedo jugar con la selección como español! Pero cuentan conmigo en el equipo nacional y todos confiamos en que pronto podamos solucionar ese problema de nacionalidad.


Su novia también juega fenomenal al baloncesto...


Es verdad. Es Sira Moros. Tiene 18 y está en la selección absoluta española. Es buenísima jugando, y no es pasión de novio...


Su madre y sus hermanas estarán orgullosas de usted...


Sí, pero pueden venir a verme menos de lo que querrían. Mi madre trabaja de cocinera y muchos partidos coinciden con su horario de trabajo. Y una de mis hermanas tampoco puede verme jugar porque trabaja en Barcelona de camarera.


¿Cuándo tendremos un equipo campeón en Zaragoza?


Esa es una de mis ilusiones, pero no está sencillo. Bajamos hace una temporada. Hemos estado cerca de ascender este año. Nos faltó muy poco. Necesitamos apoyos para subir.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión