Hasta el castillo de Monzón entre barro y pacas

Armando García y Nuria Sierra fueron los más fuertes en la prueba larga de obstáculos de la Templar Race.

Uno de los obstáculos consistió en atravesar corriendo el cauce del río Sosa de Monzón.
Uno de los obstáculos consistió en atravesar corriendo el cauce del río Sosa de Monzón.
José Luis Pano

Los corredores locales Armando García, de Fonz, y Nuria Sierra, de Monzón, fueron los más rápidos y fuertes en la categoría de 10 kilómetros de la carrera de obstáculos más exigente de España, la Templar Race de Monzón. El triunfo en la prueba 5K también se quedó en casa con Jorge Salas y María Pérez.


Tras ellos llegarían los 750 participantes de Aragón, Cataluña, Valencia, Madrid, Murcia o Galicia que quisieron vivir la experiencia de esta pintoresca carrera. Fue el caso del fisioterapeuta y director general del Deportivo de La Coruña, Manuel Torres. "Vale la pena venir porque el ambiente es muy bueno, la gente es muy amable, y aunque el calor mata mucho, es muy buena carrera. Si no la siguen encrudeciendo seguiré viniendo el próximo año", aseguraba el gallego.


Y es que la organización, que corre a cargo de un grupo de amigos que lidera el fisioterapeuta montisonense Nicolás Fortuño, ha subido el nivel de exigencia este año, algo que acusaron los corredores. Estos tuvieron que enfrentarse a los golpes con sacos por parte del equipo de rugby Quebrantahuesos, después de sumergirse en el agua en estructuras metálicas, saltar pacas de pajas, correr por dentro del río Sosa, trepar, cargar con una mochila de 10 kilos durante un kilómetros, sortear neumáticos, subir escaleras y dos ascensiones rompepiernas hasta el castillo, donde les aguardaban los templarios, su maestre Guillem de Mont–Rodón y el príncipe Jaime I.


Fortuño hizo un balance muy satisfactorio de la prueba: "Ha sido una pasada. La salida ha estado espectacular y todo ha ido perfecto. La gente está flipando con esta prueba y el castillo está a rebosar. Han llegado todos cansadísimos y esa era la clave".


Precisamente sobre la gran afluencia de público, el alcalde Álvaro Burrell, que participó en la 5K, aseguró que el año que viene habrá que replantear la carrera porque "el castillo no puede absorber mil corredores y acompañantes. Habrá que mantenerla y potenciarla pero su crecimiento obliga a algún tipo de cambio".

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