El Ebro cierra un gran estreno en Segunda B

El conjunto que entrena Emilio Larraz puntuó a domicilio en la última jornada y acaba en una meritoria décima plaza.

Imagen de archivo de un encuentro del Ebro.
Imagen de archivo de un encuentro del Ebro.
Asier Alcorta /Heraldo

El empate le valía al Majadahonda para salvarse y el Ebro ya estaba de vacaciones. Por lo tanto, el 0-0 final no extrañó a nadie y ambos conjuntos se fueron saludándose y dando por excelente el resultado. Aunque hubo una primera parte intensa y con un Majadahonda volcado sobre el área maña, el miedo a recibir un gol hizo que la segunda parte fuese mucho menos intensa y que el pacto tácito de no agresión se cumpliese desde el primer punto hasta el último. Así, ambos conjuntos volverán a verse el año que viene.


Con los deberes cumplidos, el CD Ebro se desplazó a Majadahonda en busca de una victoria que rubricara con brillantez su primera temporada en Segunda División B. Pero enfrente se encontraría un equipo que lucha por la permanencia y al que le valía un punto para conseguirla. El encuentro arrancó con mucha intensidad y con oportunidades en ambas áreas. La primera fue un disparo de Rubén Blanco que Alfonso sacaba de cabeza mientras que al minuto, mano a mano de Kevin con Miguel Ángel y que el meta local blocaba sin problemas. Era el Majadahonda el que más presionaba y en el 10 tuvo otra gran ocasión con un disparo cruzado de Kike Vázquez que salía lamiendo la cepa derecha de Montoya. El meta del conjunto maño también apareció en una contra local que termina con un terrible disparo desde fuera del área de Jorge Félix y al que Montoya respondió con una mano espectacular. Los verdes se defendían ordenadamente del agobio local y con balones en largo a Kevin intentaban a la contra dar el susto a los majariegos.


No hubo cambios en la segunda parte. El Rayo Majadahonda salió como en la primera parte, con ganas de marcar y sentenciar su permanencia; en el 47 gran jugada por la izquierda de Portilla y su pase de la muerte no logra rematarlo Joao. Montoya se desesperaba al ver la facilidad con la que los locales recuperaban el balón y lo poco que le duraba el mismo a sus compañeros. Jorge Félix de cabeza o Toni desde fuera del área intentaron sorprender a Montoya pero sus disparos, muy blandos, ni inquietaban al meta visitante. Adán, en el 87, remató de cabeza cerca del larguero. Los últimos minutos fueron para quemarlos y que el partido terminase. Al Majadahonda porque le valía para salvarse mientras que para el Ebro sería otro punto que le situaba en la cómoda décima plaza.

Larraz se desvaneció

Emilio Larraz no pudo asistir al encuentro al sufrir una indisposición después de comer. El técnico se desmayó y tuvo que ser trasladado a un hospital donde le realizaron diversas pruebas médicas. Larraz regresó con la expedición del Ebro a Zaragoza.

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