El combate medieval conquista Aragón

El equipo aragonés representará a España en el campeonato internacional de Praga y, para abrir boca, recibirá a combatientes de todo el país en El Burgo de Ebro.

El equipo aragonés, de granate, con la bandera de Urna Regnum
El equipo aragonés, de granate, con la bandera de Urna Regnum

El combate medieval ya ha conquistado Aragón. La Comunidad, que cuenta con uno de los equipos más numerosos y competitivos del país de este curioso deporte, formará el grueso de la delegación española en la 'Battle of the Nations', un campeonato internacional que se celebrará en Praga en mayo, considerado el Mundial de esta disciplina. Unos días antes, el 17 de abril, estos guerreros, los aficionados a esta disciplina y cualquier curioso podrán disfrutar de un suculento aperitivo en la localidad zaragozana de El Burgo de Ebro, que regresará al pasado para celebrar, en su plaza de toros, un torneo en el que participarán representantes de buena parte de la geografía nacional.


El combate medieval es un deporte de contacto con un fuerte componente histórico que nació en Europa del Este hace ya dos décadas y que en los últimos años se ha extendido por el resto del mundo. “No es una recreación ni una coreografía. Es real. Los combatientes golpean a sus rivales con todas sus fuerzas para intentar derribarles, como si fuera una batalla medieval. Para los espectadores es divertido y sorprendente. Hasta a mí me impresiona cuando lo vivo como público. Desde fuera puede parecer algo agresivo o que nos hacemos mucho daño, pero los participantes vamos muy protegidos y en la mayoría de las ocasiones no somos conscientes de los golpes que hemos recibido hasta que vemos el vídeo. De hecho, cuando vamos a un torneo nacional nos conocemos todos, somos amigos, así que lo último que queremos es lesionarnos”, asegura Miki Pantaleón, capitán del equipo aragonés, llamado Urna Regnum.


Estas batallas no llegaron a España hasta hace menos de un lustro, y en Aragón es una disciplina que todavía no cuenta con demasiados adeptos, aunque está creciendo a un buen ritmo y el equipo ya tiene 18 combatientes. “El año pasado fuimos al Campeonato Mundial de Belmonte (Cuenca), donde se citan algunos de los mejores del mundo, y se sorprendieron de nuestro nivel. Muchos participantes de los países con más tradición, como Rusia o Ucrania, nos felicitaron por nuestra progresión”, asegura Pantaleón. Su gran evolución ha hecho que 12 aragoneses vayan a representar a España, junto a otros combatientes de Madrid y Barcelona, a la 'Battle of the Nations', una de las citas más importantes del calendario internacional.



Una imagen de una de las batallas de la 'Battle of the Nations', competición a la que acudirá el equipo aragonés.


Allí estarán algunos de los países con más tradición, como Rusia, Ucrania o Bielorrusia. “También son muy buenos los equipos de Estados Unidos, Inglaterra, Francia o Polonia”, explica este combatiente, quien espera que el equipo aragonés complete una buena actuación en Praga: “Ganar es muy difícil, pero sí queremos demostrar que somos un rival a tener en cuenta. Hay gente que lleva compitiendo 15 años y en nuestro equipo hay combatientes que solo llevan unos meses, pero aún así creo que podemos dar alguna sorpresa”.


En estos torneos, los combatientes visten indumentarias y armaduras basadas en modelos reales de los siglos XIII, XIV o XV. Lo mismo ocurre con los escudos o armas, que van desde espadas de todos los tamaños a hachas, mazas, martillos o alabardas similares a los que se usaban en la época. “Antes de una competición hay que enviar una imagen de los elementos que se van a usar junto a una prueba de que existieron en la realidad, como un cuadro o un tapiz, para que comprueben que se respeta el componente histórico. Hay gente que hasta ha intentado participar con una armadura del Señor de los Anillos... Por supuesto, no les han dejado”, relata este aragonés.




El equipo aragonés, Urna Regnum, durante una competición.


Las armas son reales, aunque adaptadas para que no puedan herir a los participantes. A las espadas se les quita la punta y tienen el filo redondeado, igual que las hachas, por lo que solo pueden usarse para golpear a los rivales. Todo el equipo puede llegar a pesar unos 30 kilos, aunque depende del tamaño y en algunos casos, como el de Pantaleón, llega a los 45. “Yo soy muy grande, así que mi caso es algo excepcional”, reconoce este combatiente, uno de los más corpulentos del panorama nacional.


De hecho, la protección es, junto a la importancia de respetar la historia, una de las obsesiones de los defensores de esta disciplina: “Si alguien no cumple con la normativa porque tiene alguna parte al descubierto o las protecciones no son las reglamentarias no puede participar e incluso puede ser sancionado”. Una armadura reglamentaria puede rondar los 1.200 euros y su objetivo, más allá de dotar de espectacularidad y rigor histórico a estas batallas, es proteger a los participantes. Por eso no todo está permitido, y dentro del aparente caos que impera en un combate medieval hay algunas normas, como no atacar a los contrincantes que están en el suelo -quedan eliminados si se caen- o se han rendido, o no golpear en las zonas menos protegidas, como en la parte posterior de la rodilla.



Dos combatientes, en el torneo internacional 'Battle of the Nations'.


El combate medieval es una disciplina en la que prima la fuerza, aunque también son muy útiles otras cualidades como la resistencia o la agilidad, además del trabajo en equipo y la estrategia. “Ser una persona grande y contundente ayuda, pero hay combatientes de todo tipo, y cada uno intenta explotar sus habilidades. Yo, por ejemplo, intento usar mi cuerpo para derribar a los rivales, pero uno más pequeño y ágil puede escabullirse y atacarte sin que lo veas, ya que con el casco la visibilidad es muy reducida”, explica este aragonés.


El Burgo de Ebro vuelve al medievo


El interés que ha despertado este deporte y la buena trayectoria del equipo aragonés ha animado a sus miembros a organizar un torneo en El Burgo de Ebro, localidad que viajará al pasado y llenará su plaza de toros el próximo 17 de abril de guerreros medievales ataviados con espadas, armaduras, escudos y hachas. Será el primer torneo de estas características que se celebre en Aragón.


“Todos los equipos que hay en activo en España han confirmado que van a venir. Esperamos a combatientes de Madrid, Barcelona, Mallorca, Valencia, Castilla y León, Asturias, Castilla-La Mancha...”, asegura Pantaleón, quien adelanta que habrá duelos individuales, por equipos y una 'batalla campal' entre todos para culminar el torneo. “Será la primera vez en España que es gratuito gracias al Ayuntamiento de El Burgo de Ebro, que se ha volcado en traer a todos los equipos y facilitar la organización del evento”, finaliza.

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