El Ebro supera con mucha claridad al Guadalajara

El conjunto que entrena Emilio Larraz estira su gran racha de resultados con un solvente triunfo ante los alcarreños.

Edu García intenta un remate de cabeza sobre el portal del Guadalajara.
Edu García intenta un remate de cabeza sobre el portal del Guadalajara.
Rubén Losada/Fotografiarte

El Ebro ya es todo un cuarentón, al menos en lo que a puntos se refiere. La cifra de 42 puntos, uno de los números mágicos que pueden dictaminar la salvación, ya es una realidad, y salvo una auténtica hecatombe de aquí a final de temporada, la división de bronce volverá a ver las andanzas de los guerreros de Emilio Larraz. El partido fue una nueva demostración de que ante los equipos de mitad de tabla hacia abajo el Ebro suele controlarlos a su antojo, y todavía más cuando logra ponerse por delante, ya que a los conjuntos contrarios les está costando últimamente Dios y ayuda crear algo de peligro por los aledaños de un Montoya que, por cuarta semana consecutiva, dejaba su meta a cero.


La mejor manera de meter miedo a un Guadalajara que venía en horas bajas y se fue todavía con más dudas a tierras alcarreñas era empezar muy fuerte, y con esa intención salieron de vestuarios los arlequinados. En diez minutos ya habían generado hasta cuatro oportunidades de peligro para intimidar a su rival: en primera instancia fue Gabarre el que no pudo precisar su remate al chocar con él un balón que venía peinado por Edu García. Seguidamente fue Ferri el que tuvo que intervenir por partida doble para detener sendos disparos peligrosos. A la cuarta fue la vencida. En una jugada Edu García le ganaba la partida a Rangel, teniendo el defensor visitante que derribar dentro del área al extremo arlequinado. El propio Edu fue el encargado de ejecutar la pena máxima y, a pesar que el cancerbero tocó el balón, iba el disparo tan duro que no fue posible para él evitar el gol.


Con el marcador a favor el Ebro se sintió cómodo y de nuevo Ferri tuvo que ser el salvador de los suyos, desviando un peligroso envío de Edu García. El único mal trago para el Ebro fue el cuarto de hora final antes del descanso, ya que el Guadalajara tomó mayor posesión de balón, aunque sin ocasiones realmente claras. José Vega lo probaba desde la frontal pero su tiro se iba al lateral de la red. En el 33, el colegiado señalaba libre indirecto dentro del área, al entender que Montoya había cogido el balón y lo había vuelto a soltar. Decisión polémica y oportunidad de oro para los visitantes. Miguélez lanzó la peligrosa falta metiendo un balón raso que pudiera rebotar en alguien y acabara dentro de portería. El rebote llegó, ya que el balón dio en Álex García, pero Montoya, atento, acababa atrapando.


No tuvo tanta chispa una segunda mitad aburrida en términos generales. Únicamente la zaga local tuvo que estar atenta en una internada de Dani Iglesias, perfectamente cortada por Álex García. Atento también estuvo el trencilla para ver con nitidez un piscinazo descarado del anteriormente citado Dani Iglesias, que acabó, como no podía ser de otra forma, con cartulina para el jugador. La ovación de la mañana llegó con toda justicia en el minuto 79 para la reaparición de Adán Pérez cuando entró a sustituir a Kevin Lacruz. Cinco meses después de aquella infausta lesión en la Ciudad Deportiva de Getafe, el atacante volvió con ganas. De las botas de Adán nació la jugada de la sentencia ante un rival descosido. Un pase para Draman, en la que el delantero se escora demasiado, aunque aguanta bien la pelota, se posiciona de forma más centrada dentro del área, para acabar disparando y superando tanto a portero como a dos defensores bajo palos.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión