Radiografía de la irregularidad

Si una sola palabra puede sintetizar la temporada del CAI Zaragoza y del Obradoiro, esa es irregularidad. Tanto el cuadro aragonés como el gallego alcanzan la 24ª jornada de la Liga ACB en un momento delicado: son decimocuarto y decimoquinto, respectivamente, con idéntico balance de triunfos y derrotas (7–16) y a dos por encima del descenso. El camino de ambas escuadras hasta su enfrentamiento de este domingo en el pabellón Príncipe Felipe ha estado salpicado de rachas negativas de más de un mes de duración y de partidos con resultados muy ajustados con ritmos de juego desconcertantes. Ambos equipos son, a día de hoy, más que rivales directos, aunque no en el sentido que el extécnico de los zaragozanos Joaquín Ruiz Lorente auguraba –apuntando a la lucha por el ‘play off’– sino por eludir el infierno del descenso a la LEB Oro.

"El no encontrar la regularidad ha sido la tónica durante toda la temporada. Alternamos, ya no partidos, sino momentos buenos y malos, y en una liga como esta hay que hallar la fórmula para ser regulares y constantes", manifestaba esta semana el alero del CAI Pere Tomás acerca de las circunstancias que han marcado el devenir del curso, como lo fueron las seis derrotas consecutivas que sufrió la entidad aragonesa entre octubre y noviembre o el hecho de haber sumado tan solo dos victorias en el torneo doméstico desde que comenzó 2016.

Por su parte, los santiagueses no han tenido una progresión continuada ni tampoco han sacado partido a visitas clave contra rivales de su entidad. De hecho, la plantilla que dirige Moncho Fernández solo ha ganado un encuentro a domicilio, contra el Manresa. No obstante, el Obradoiro llegó a alcanzar la sexta posición, e incluso a soñar con volver a firmar un año de ‘play off’: sin embargo, sumaron doce partidos en los que solo conocieron un triunfo, una depresión que los relegó, primero a la novena posición, y más tarde a la decimoquinta, a rebufo de los aragoneses. En la última jornada el equipo galaico cayó en la prórroga ante el Fuenlabrada (95–100), un tropiezo que convertiría en vital un buen resultado local el próximo domingo, dado el abultado ‘basketaverage’ (15 puntos) cosechado por el CAI Zaragoza en Santiago (82–67).

La visita del conjunto gallego a Zaragoza llega en un momento de conjura. "Ahora mismo todos los encuentros son importantísimos y jugando en el Príncipe Felipe, solo vale ganar", asegura Tomás. Un factor que influirá a buen seguro en el desempeño de los hombres de Andreu Casadevall ante su afición es que la práctica totalidad de adversarios en una tesitura similar –Obradoiro, Baloncesto Sevilla, Manresa, Estudiantes y Gipuzkoa– todavía tienen que viajar a la capital aragonesa, y serán estas las citas que decidan la suerte del CAI en un curso tan anómalo como desilusionante.