Andando, corriendo, en patines, de forma individual, de dos en dos y agarradas de la mano… De todas las formas posibles, pero con un patrón mayoritario. Las 8.000 mujeres que han participado en la Carrera de la Mujer de Zaragoza, ataviadas con la camiseta rosa oficial, han pasado bajo la pancarta de meta con una sonrisa en la boca. Lo importante no era acabar la primera, era completar los 6.500 metros programados en beneficio de una buena causa: la solidaridad contra las mujeres que padecen o pueden padecer cáncer de mama.

La Carrera de la Mujer de Zaragoza ha cumplido su mayoría de edad con un nuevo récord de participantes. El evento ha sido la octava prueba del XI Circuito Central Lechera Asturiana–DKV, en el que también están integradas Valencia, Madrid, Vitoria, Gijón, La Coruña, Sevilla y Barcelona. Desde su creación, esta competición colabora en la lucha contra esta terrible enfermedad, y esta edición de 2015 va a donar 100.000 euros a la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), añadiéndose esta campaña 30.000 euros más gracias a la creación de unas becas para jóvenes investigadores de últimos cursos en el ámbito de ciencias de la salud, que desarrollen proyectos de lucha frente al cáncer.

La cita ha estrenado recorrido: un circuito de 6,5 kilómetros que ha partido a las 10.00 de la mañana desde el Coso Bajo, para recorrer diferentes calles y avenidas del centro de la ciudad, y también de la margen izquierda, y culminar la Plaza del Pilar. La primera mujer en entrar en meta ha sido Lina Díaz, seguida de su compañera del club Zancadas Amix Elena Sainz Arellano, y de Patricia Lafoz (Simply Scorpio). Ellas tres cruzaron la línea de llegada por delante de todas las demás. Cada una a su ritmo, pero todas fueron merecedoras de un gran aplauso por su contribución. Un abanico de mujeres que iba desde madres que empujaban cochecitos de bebé hasta señoras de avanzada edad que no dudaron en sumarse a tan buena causa.