Correr con frío, lluvia o viento sin rendirse en el intento

Las temperaturas bajas, el viento o la lluvia no serán una excusa para quedarse en casa con esta guía de consejos de expertos.

Un grupo de corredores desafían al frío en una prueba popular en Zaragoza.
Un grupo de corredores desafían al frío en una prueba popular
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Muchos corredores aparecen en primavera, aguantan el verano y en otoño e invierno desaparecen hasta que pasa el frío. Pero las bajas temperaturas, el viento o la lluvia no son una excusa para dejar de practicar el cada vez más popular ‘running’. Da más pereza, es cierto, pero hay formas de vencer tanto a la apatía como al termómetro. Tampoco es necesario irse a Canadá para correr el Medio Maratón de la Hipotermia, pero sí es bueno mantener la rutina durante los meses más fríos del año, que no son tan malos como parecen para sumar kilómetros. De hecho, incluso tienen algunas ventajas, como el mayor gasto calórico que supone para el cuerpo luchar contra el frío, que ayuda a aquellos que quieren perder peso, o como la mayor tolerancia a las bajas temperaturas que desarrolla el organismo.


A veces, lo más difícil es dar el paso de salir, por lo que muchos expertos recomiendan incluir los entrenamientos en la rutina diaria, como ir al trabajo o comer, y, cuando sea posible, quedar con más gente para correr o tener algún objetivo concreto, como haberse apuntado a una carrera. Usar la ropa adecuada, cubrirse bien la cabeza, el cuello y las manos y abrigarse bien tras el entrenamiento o acabarlo en casa para no coger frío son algunos de las recomendaciones que no se deben olvidar. Pero hay algo en lo que todos coinciden: lo más importante para seguir corriendo pese al frío son las ganas.

La motivación


Lo primero que necesitamos para salir a correr es vencer la pereza, que puede existir en cualquier época, pero que crece y se hace más fuerte cuando llega el frío. “Lo principal son las ganas”, reconoce Sergio del Barrero, responsable del 10K Club Zaragoza, en cuyos grupos participan 500 mujeres de Zaragoza. “Lo más importante es pensar que a los 10 minutos, cuando ya se haya calentado el cuerpo, estarás bien. Puede dar pereza, pero lo cierto es que cuando has generado el calor que necesitas disfrutas incluso más, porque valoras el esfuerzo que estás haciendo”, asegura David Constante, responsable de Running Zaragoza. Pero lo imprescindible son las ganas, e incluso en los peores días se puede buscar la forma de hacer deporte. “Lo mejor es salir a correr aunque haga frío o haya viento pero, como alternativa, los días que menos apetece se pueden reservar para hacer algo a cubierto, como correr en la cinta o hacer ejercicios de fuerza en el gimnasio”, asegura la atleta aragonesa Isabel Macías, subcampeona de Europa y dos veces campeona de España de 1.500 metros. Otra buena forma de encontrar la motivación es tener un objetivo concreto, como apuntarse a alguna carrera.

¿Cuál es el mejor momento para correr?


Hay gente que prefiere salir por la mañana y otra que se siente mejor a última hora, pero lo importante es salir a correr, sea cuando sea. “Cualquier hora es la ideal”, bromea Constante, de Running Zaragoza, quien sí reconoce que lo ideal sería ir a mediodía: “Es cuando el cuerpo ya está activo y todavía no estamos cansados, pero lo normal es que la gente esté trabajando a esa hora. Si se elige la mañana o la tarde, lo mejor es convertir el entrenamiento en una rutina para que el cuerpo se acostumbre al horario”.

¿Solo o con más gente?


“Lo mejor es quedar con gente, te ayuda a no rendirte a última hora y te anima esos días en los que estás más decaído. Además, también es una buena forma de ver a los amigos cuando hace frío o mal tiempo, ya que muchas veces la alternativa es quedarse en casa”, indica Del Barrero, del 10K Club Zaragoza. Para quienes no conozcan a nadie que corra a su ritmo o no coincida en los horarios con sus amigos, existen numerosos grupos de todos los niveles a los que cualquiera se puede apuntar. “Quedar con gente es fundamental. Si alguien te está esperando no le vas a dar plantón…”, dice Constante, quien ofrece un consejo para aquellos que tengan que salir solos: “En ese caso uno no debe plantearse que tiene la opción de no correr, igual que no tiene la de no ir a trabajar. No hay que abrir la puerta a las excusas”, indica el responsable de Running Zaragoza.

¿Qué ropa me pongo?


“La calidad de las prendas técnicas ha mejorado mucho y ahora es más fácil combatir el frío. En Zaragoza lo peor es el cierzo, pero lo intentamos combatir con un buen cortavientos…”, explica Isabel Macías. David Constante lo analiza capa por capa: “Hay que vestirse como una cebolla. La primera capa debe ser una camiseta técnica bien pegada al cuerpo que elimine rápido el sudor. Nunca de algodón, porque se empapa, sino de un tejido transpirable. La segunda, una capa térmica más o menos gruesa según el frío y, por último, un chubasquero o cortavientos. Para la parte inferior es suficiente con unas buenas mayas que cubran toda la pierna”. Eso sí, hay que tener en cuenta que la temperatura corporal aumenta con el ejercicio. “Cuando corres, la sensación térmica se incrementa unos 10 grados, algo que hay que tener en cuenta a la hora de prepararse, ya que hay gente que se abriga demasiado y luego pasa calor. Si vas a correr con 5 grados tienes que vestirte como si salieras a la calle con 15”, aconseja Del Barrero, quien también advierte que “la mayor sensación de frío entra por la cabeza, el cuello y las manos, así que es imprescindible llevar gorro, braga y guantes”.

¿Es mejor calentar antes de salir de casa?


“Para aquellos que están empezando es mejor hacer los ejercicios de calentamiento en casa, antes de salir, ya que así será más fácil que cojan pronto el ritmo y no se queden fríos. Aquellos que llevan más tiempo y están acostumbrados no lo necesitan, ya que pueden hacer el calentamiento en los primeros kilómetros, corriendo un poco más despacio hasta entrar en calor”, explica David Constante.

¿Qué hago después de correr?


Si el frío se nota menos mientras se hace ejercicio, sí puede ser más peligroso cuando se para de correr, momento en el que es importante abrigarse o ponerse a cubierto rápido. “En época de buen tiempo lo normal es estirar en la calle, pero en invierno es mejor acabar en la puerta de casa y hacer estos ejercicios dentro con una temperatura más agradable”, explica el responsable de Running Zaragoza. Cuando uno no puede parar en casa, como en una carrera o en las quedadas para correr, lo mejor es cambiarse de ropa y ponerse algo seco, si es posible, o al menos “llevar alguna prenda de abrigo para cubrirse en cuanto se para”, dice Sergio del Barrero.

¿Es mejor correr con frío?


Correr cuando hace frío puede dar pereza, pero también tiene sus ventajas. “Es cierto que se gastan más calorías, ya que el cuerpo también tiene que combatir el frío. Esto es positivo para aquellos que quieren bajar de peso”, reconoce Constante. Del Barrero añade: “Cuando sales a correr con frío luego resistes mejor las temperaturas bajas, el cuerpo se acostumbra y se te adapta el termostato”.

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