'GR-11 en 11': un reto deportivo, personal y solidario

Cuatro montañeros oscenses cruzarán 786 km de Pirineo, desde el Cataluña hasta el País Vasco.

Los cuatro montañeros oscenses durante una jornada en las cercanías de la ermita Santa Eugenia.
Los cuatro montañeros oscenses durante una jornada en las cercanías de la ermita Santa Eugenia.
altoaragonfotografia

El reloj marcaba las 6.00 de este lunes y todavía no había salido el sol cuando Toño Laguarta, Javier Lorente, Miguel Ángel Melet y Óscar Plasin se ataban las zapatillas y se lanzaban al mayor reto de su vida, por lo menos a nivel deportivo: cruzar el Pirineo desde el Cataluña hasta el País Vasco en sólo once jornadas, al que han bautizado coo ‘GR-11 en 11’.


Esto implica 786 kilómetros, con un desnivel de 47.500 metros, lo que supone algo así como subir más de cinco veces el Everest, y que hasta ahora parecía reservado a deportistas profesionales, aquellos que parecen situarse solo un peldaño por debajo de los superhéroes, como Kilian Jornet, mejor corredor del mundo por montaña, que lo logró en ocho días hace poco más de un año.


El desafío arrancaba este lunes, completando los 78,5 kilómetros que separan el cabo de Creus –punto de origen del recorrido- de La Jonquera, también dentro de la parte catalana de la cordillera. Este tramo cuenta con menor desnivel (3.136 metros) que el que se encontrarán cuando atraviesen el Pirineo altoaragonés, pero que traía otra gran dificultad para los oscenses, la de las altas temperaturas, y es que el termómetro rondaba los 30 grados en las horas que duraba su primera travesía. Un fuerte calor que dio paso a las lluvias en el segundo día de aventura, que finalizaba pasadas las 20.00 en la localidad de Beget.


Es el tramo central de la cordillera, en el que se iniciaran en la sexta jornada el que más asusta a los cuatro oscenses, ya que además del fuerte desnivel, presenta un paisaje más escarpado, aunque, como punto a favor, los deportistas señalaban los días previos al inicio, que es también la que mejor conocen.


La reacción al cansancio acumulado en ese punto es otra de las incógnitas que se les presenta. "Sabemos que podemos encarar seis jornadas seguidas, porque nos hemos probado y hemos hecho test que nos lo demuestran, peor a partir de ese día, ya es una incógnita como reaccionaremos", explicaba Toño Laguarta unos días antes del inicio.


Además del innegable premio que supone en el plano de la superación personal, el desafío tiene también un fin solidario, ya que a través de una página web, los deportistas han permitido ‘apadrinar’ cada uno de los 47.500 metros de desnivel a los que se iban a enfrentar, y de esta manera, ya habían logrado recaudar 15.000 euros antes del comienzo, que irán destinados a los proyectos de investigación de la Asociación Española contra el Cáncer. Una cifra que tildaban ya de un éxito, pero que esperan aumentar en los once días en los que atraviesen el Pirineo.

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