La Vuelta ciclista de los líos

Todo empezó con el lío del albero en la contrarreloj por equipos del primer día. La superficie, inusual en el ciclismo, causó pánico, enojo e indignación.

Imagen del pelotón durante la segunda etapa de la vuelta ciclista a España.
Imagen del pelotón durante la segunda etapa de la vuelta ciclista a España.
Efe

La Vuelta Ciclista a España de 2015 presenta cada día una polémica, un debate, una deliberación, un litigio. Está recordando a la película 'El Hotel de los líos' (Room Service en la versión original) protagonizada por los Hermanos Marx hace ochenta años, los mismos que cumple este año la ronda española.


Igual que las sintonías oficiales permanecen en la memoria colectiva desde la época de Azul y Negro o Tino Casal también están en el "disco duro" de los aficionados al ciclismo otras polémicas. Problemas y jaleos siempre ha habido.


Así, por ejemplo, en los últimos años se han peleado dos corredores a puñetazo limpio en plena carrera o incluso se ha especulado con que un ciclista tenía un motor en la bicicleta, pero nunca ha habido tantas controversias y tan seguidas como en esta edición.


Todo empezó con el lío del albero en la contrarreloj por equipos del primer día. Esa superficie, inusual en el ciclismo, causó pánico, enojo e indignación en el pelotón.


"Es una falta de respeto para los corredores", dijo el colombiano Nairo Quintana al referirse al recorrido de tierra incluido en la cronometrada que abría la Vuelta entre Puerto Banús y Marbella y en la que, al final, no contaron los tiempos para la clasificación general y sí para la de equipos.


En términos semejantes se expresó el británico Chris Froome (Sky). El doble ganador del Tour de Francia fue de los primeros en mostrar fotos del albero que causó la polémica a través de su espacio en Twitter.

Así las cosas, la Unión Ciclista Internacional (UCI) tomó la decisión de anular los tiempos para la clasificación general por lo "peligroso" del recorrido, que incluía cuatro de sus siete kilómetros de trazado por superficie de tierra.


El último enredo surgió en la etapa de Caminito del Rey, cuando el italiano Vincenzo Nibali fue expulsado de la Vuelta tras la decisión de los comisarios de carrera, quienes comprobaron en un vídeo como el ciclista del Astana se agarró al coche de equipo mientras trataba de alcanzar al pelotón después de una caída.


Fue curioso escuchar en la meta a su compañero de equipo Luis León Sánchez destacar "el gran esfuerzo" del italiano por alcanzar al pelotón. Aún no se sabía que el denominado Tiburón de Mesina había mordido el anzuelo de la trampa.


El asunto ha dado la vuelta al mundo porque Nibali es uno de los seis corredores en la historia con el Tour, Giro y Vuelta en su palmarés. El "escualo" natural de Sicilia no tomó la salida este lunes en la tercera etapa, entre Mijas y Málaga.


En medio de todo, con la información abriendo los bloques de Deportes de todas las televisiones, su equipo intentó apagar "el incendio" y emitió a última hora de la noche un comunicado desde su hotel en Estepona en el que explicaba la versión que tiene sobre lo ocurrido.

La formación kazaja reconoció la "ayuda ilegal" en la acción de Vincenzo Nibali y lamentó el error, aunque ha tildado de "inusual y severa" la decisión de los jueces. Para algunos, fue como echar gasolina al fuego.


Al menos, el Astana se disculpó "por el daño que estas imágenes televisadas causan al ciclismo profesional". A ese perjuicio y detrimento al ciclismo también apeló anoche el director de la Vuelta a España, Javier Guillén, a quien le surgen problemas por todas partes.

Entre unas y otras cosas se ha hecho famoso el presidente del colegio de comisarios, el croata Bruno Valcic. Este cargo, y su nombre asociado, casi siempre ha pasado inadvertido para los periodistas pero ya ha comparecido ante la prensa dos veces. Y van tres etapas. Faltan dieciocho...

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