Paglialunga, Fernández, Álamo y Víctor Rodríguez también se van de precio

Mario Paglialunga, Víctor Rodríguez, José Fernández y Javi Álamo tampoco entran, por el volumen de sus salarios en vigor con el Real Zaragoza, en los parámetros que el recorte presupuestario, obligado por la Liga de Fútbol Profesional, va a imponer en la composición de la nueva plantilla para la campaña 2014-15. Si todo transcurre según lo previsto y la SAD tiene viabilidad para competir el año que viene en Segunda División, el Real Zaragoza apenas contará con 2,5 millones de euros para destinar a la totalidad de su nueva plantilla (alrededor de 3 millones contando el cuerpo técnico, médicos y auxiliares).

Estos cuatro futbolistas conforman el segundo vagón salarial de los hombres con contrato vigente que han iniciado de manera artificial y provisional la pretemporada, tras el cuarteto más caro del plantel: Álvaro, Abraham, Montañés y Barkero.

Paglialunga costaría a la SAD en la campaña venidera, según su compromiso contractual, alrededor de 320.000 euros. Víctor Rodríguez tiene comprometido el pago de unos 310.000 euros. Fernández alcanza los 220.000 euros y Álamo, se mueve en los 200.000. Es decir, entre los cuatro, suponen la previsión de un gasto de 1.050.000 euros. El 42 por ciento del dinero previsto para armar todo el equipo del curso que viene. 

Algo imposible de sujetar en el plan deportivo futuro, del mismo modo que, por supuesto, supone mantener –como ya informó HERALDO– al cuarteto Álvaro González (575.000 euros), Abraham (500.000), Paco Montañés (475.000) y Barkero (400.000), que aglutinan casi el 80 por ciento del presupuesto previsto al sumar su fichas 1.950.000 euros.

Uniendo los insostenibles criterios económicos con el perfil deportivo de estos cuatro jugadores, el Real Zaragoza tiene claro que es prácticamente inviable que Paglialunga pueda contar en el futuro inmediato. Tampoco se ve lógico hipotecar más de 400.000 euros en las dos plazas de Fernández y Álamo, un lateral diestro que no ha dado la talla desde su llegada y un delantero que, al margen de la grave lesión sufrida hace dos campañas en el Sánchez Pizjuán –que le tuvo 11 meses de baja–, nunca ha llegado al nivel que ofreció en Huelva cuando enamoró al Zaragoza. De hecho, resulta descriptivo que no haya logrado anotar un solo gol y que su participación ofensiva no deje apenas rastros estadísticos.

De este póquer de jugadores del segundo escalón salarial del actual vestuario, solo Víctor Rodríguez presenta un aval suficiente de garantías que pudieran justificar, si al final así se diera, su continuidad en la plantilla pese a cobrar más de 300.000 euros. En las dos campañas que ha completado en el Real Zaragoza, el catalán, pese a su irregularidad y a la falta de confianza vivida el último año con Paco Herrera –lo consideraba un buen revulsivo, un agitador beneficioso para el equipo saliendo desde el banquillo– sí que ofrece a priori un perfil sugerente para contar con él como cimiento importante del plantel que hay que reconstruir casi por completo. No obstante, es posible que se le pueda sugerir una rebaja salarial una vez se aclare el futuro de la SAD en los despachos.

En definitiva, que entre los 1.050.000 euros que cuestan Paglialunga, Víctor Rodríguez, Fernández y Álamo, y los 1.950.000 que suponen Álvaro, Abraham, Montañés y Barkero, el Zaragoza tiene comprometidos en estos ocho jugadores 3 millones. Medio millón más de lo que debe costar todo el reparto completo, de 20 o 22 jugadores. La mayoría de los futbolistas del próximo año no deberán pasar de los 100.000 euros de ficha. Y en esa franja, ahora mismo, solo están Alcolea, Porcar, Ortí, Rico y el recién promocionado Adán Pérez. Solo se podrán permitir tres o cuatro excepciones. Quizá Víctor Rodríguez sea una de ellas.