Las últimas nevadas en el Pirineo oscense han dejado para la jornada de este jueves una superficie esquiable de 239,8 kilómetros para la práctica del esquí alpino en los centros invernales de la provincia de Huesca. Asimismo, el parte de nieve de las estaciones aragonesas apunta a una mejora de las condiciones meteorológicas de cara al fin de semana, de manera que este sábado podría haber disponibles más de 295 kilómetros para el disfrute de los esquiadores.

Para este jueves, las estaciones que gestiona el Grupo Aramón (Cerler, Formigal, Panticosa, Javalambre, Valdelinares y Candanchú) presentan un total de 198,3 kilómetros esquiables, a los que se suman los 16,5 kilómetros disponibles en el centro invernal de Candanchú, y los 25 de Astún.

Por estaciones, Aramón Cerler ha abierto este miércoles con una superficie esquiable de 52 kilómetros, 43 pistas y 16 remontes en funcionamiento.

Aramón Formigal cuenta para esta jornada con 95 kilómetros esquiables, 74 pistas y 19 remontes, con espesores superiores a los cuatro metros de nieve en cotas altas.

En Panticosa, están disponibles 14 remontes, 33 pistas y 29 kilómetros esquiables, con espesores de entre 110 y 340 centímetros de nieve polvo.

En el valle de Aragón, las últimas nevadas han dejado espesores que superan los tres metros en las estaciones de esquí de Candanchú y Astún. La primera presenta para estar jornada de esquí un total de 23 pistas, 13 remontes y 16,5 kilómetros esquiables de nieve polvo. Astún, por su parte, ofrece 25 kilómetros esquiables, 11 remontes y 33 pistas, con espesores de hasta 375 centímetros de nieve polvo.

En la provincia de Teruel, Javalambre ha abierto con 13,6 kilómetros esquiables, 13 pistas y siete remontes tras permanecer cerradas este martes la mayoría de sus instalaciones por fuertes rachas de viento. En Valdelinares, además, hay disponibles seis remontes, nueve pistas y 8,7 kilómetros esquiables, con espesores de entre 50 y 135 centímetros de nieve polvo.