Sonriente, como siempre, Teresa Perales ha llegado a Zaragoza. Después de haber hecho historia en Londres, tras sumar seis medallas a un palmares que ya colecciona 22 metales, la aragonesa ha podido abrazar a los suyos. La última etapa de un viaje tan duro como gratificante, tal y como reconocía la propia nadadora. “Estoy muy contenta. Tras dos días de visitas a patrocinadores e instituciones tenía muchas ganas de llegar y descansar. De estar por fin en casita”, aseguró la deportista.

A las 15.45, en el anden dos de la Estación Delicias, donde le esperaban sus amigos, familiares y seguidores para poder felicitarla por su hazaña, la deportista zaragozana hizo su aparición. Aplausos y vítores la saludaron, muestras de cariño que Perales agradece profundamente. “Estoy cansada físicamente, han sido dos días súper intensos, de levantarse muy pronto y acostarse tarde. Pero anímicamente no me puedo cansar porque para los deportistas no hay nada mejor que volver a casa y que te reciban con cariño”, explicó.

Sin duda, su gesta en la piscina no tiene parangón posible. Solo el estadounidense Michael Phelps, que posee el mismo número de preseas que la zaragozana, puede resistir la comparación. “Tiembla Phelps, que Teresa sigue”, rezaba una de las pancartas que saludaron a la nadadora. Sin embargo, la que fuera abanderada de la delegación española prefiere mostrar algo de cautela respecto a la posibilidad de superar al llamado tiburón de Baltimore. “Es complicado, pensar en cuatro años se hace muy largo. Ahora lo que necesito es un pequeño descanso, no quiero ni oler la piscina siquiera”, afirmó de manera simpática. No obstante, Perales no puede evitar confesar que se ve terminando su carrera en Pekín: “Sé que al año que viene tenemos campeonato del Mundo en Canadá y yo me conozco a mi misma y cuando engancho a por uno, voy a por el siguiente y a por el siguiente...”

Han pasado 12 años desde que Perales debutara en unos Juegos Paralímpicos. Fue en Sidney y consiguió cuatro metales. Desde entonces, la zaragozana ha notado un aumento progresivo en la atención que recibe cada cita, produciéndose un gran salto en la cita londinense. “No sé que es lo que ha cambiado de Pekín a Londres pero en la sociedad, a través de los medios, se ha notado ese cambio. Yo siempre he hecho lo mismo, ir, ganar lo máximo posible y volver. La diferencia es que este año todo ha sido mucho más notorio, desde el primer día, desde la primera medalla, ha habido mucho seguimiento. Y así una detrás de otra”, apuntó.