Las estaciones de esquí aragonesas están este lunes abiertas y cubiertas de nieve de calidad polvo y dura, lo que ha permitido ampliar la superficie esquiable en 28,6 kilómetros con respecto a la situación registrada en el fin de semana de Reyes.

En Astún se han puesto en funcionamiento 12 remontes, 30 pistas y 22,5 kilómetros esquiables con espesores de entre 25 y 90 centímetros de nieve dura.

En Candanchú, también en el valle del Aragón, están en servicio 13 remontes, 33 pistas y 27,5 kilómetros esquiables con espesores de entre 10 y 110 centímetros de nieve dura. En el valle de Benasque, Cerler funciona hoy con 11 remontes, 19 pistas y 25 kilómetros esquiables con espesores de entre 20 y 60 centímetros de nieve polvo y dura.

La estación de Formigal, en el valle de Tena, ha puesto a disposición de los esquiadores 16 remontes, el doble que en Reyes, 38 pistas y 43 kilómetros esquiables -frente a 17 el pasado día 5- con espesores de entre 30 y 60 centímetros de nieve de calidad dura.

En el mismo valle, Panticosa funciona con 8 remontes, 13 pistas y 5 kilómetros esquiables con espesores de entre 10 y 30 centímetros de nieve dura La estación turolense de Javalambre ha abierto este lunes 3 remontes, 6 pistas y 4,9 kilómetros esquiables cubiertos de nieve polvo y dura con espesores de entre 25 y 60 centímetros.

El otro centro invernal turolense, Valdelinares, funciona con 6 remontes, 7 pistas y 7,1 kilómetros esquiables con espesores de entre 30 y 60 centímetros de nieve polvo y dura.

Para la práctica del esquí de fondo, Candanchú ha habilitado 7,5 kilómetros cubiertos con espesores de entre 10 y 20 centímetros, mientras que Llanos del Hospital, en Benasque, dispone de un circuito de 9 kilómetros cubiertos de nieve polvo y dura con espesores de entre 20 y 40 centímetros