AL OTRO LADO DE LAS CÁMARAS

El Maño corre en casa

Jorge Yuste es el único aragonés en la organización de todas las carreras del Mundial de motociclismo.

Jorge Yuste, en la zona del circuito de Motorland que menos se verá por televisión.
El Maño corre en casa
GUILLERMO MESTRE

No se exprimieron el cerebro para adjudicarle un mote. Y eso que, en la trastienda del Mundial de motociclismo, se habla casi a partes iguales en inglés, italiano y español. Allí, sin embargo, a Jorge Yuste, el único aragonés en la caravana de la organización, todos le conocen como el Maño. "Estoy trabajando en el equipo de montaje como ayudante técnico. Durante las retransmisiones en directo, llevo el control de la colorimetría de las cámaras 'on board'. Mi labor consiste en igualar los colores de las cámaras que llevan incorporadas las motos con respecto a las que hay repartidas en el resto del circuito. Evitamos que, al conectar con una cámara 'on board', se aprecie algún cambio de luz", explica Yuste, que aterrizó "de rebote" en Dorna (empresa que organiza este evento): "Me fui a trabajar a una televisión de Barcelona. Allí conocí esto. Me llamaron para trabajar en un gran premio y, más tarde, me contrataron. Este es mi tercer año, aunque en el primero sólo viajé por Europa. En 2010 era el novato. Ahora hay otros".


Entre metros de cables, cámaras y motos, Jorge Yuste ha recorrido medio mundo: "No sabría calificar la experiencia. Antes, en Zaragoza, había trabajado en varias empresas del sector audiovisual. Pero este es otro mundo. También es una forma de vida a la que hay que acostumbrarse. Se trata de estar una semana en casa y otra, o dos, viajando". ¿Y es compatible con tener una familia? "Sí, de hecho, me caso dentro de quince días. Ella es jacetana", dice orgulloso. Su familia le acompañará este fin de semana en el Gran Premio de Aragón. El Maño corre en casa.


En el circuito alcañizano, Jorge estará también con su otra familia, sus compañeros de Dorna: "En los viajes compartimos habitación. Estoy con ellos todo el día; trabajando, a la hora de comer y de cenar, cuando nos vamos a tomar una copa...". Que el Mundial de motociclismo pase por Alcañiz es, para él, un regalo. Le permite mostrar a sus compañeros cómo es el país y la región en que vive. A sus familiares les hace comprobar cuál es la magnitud del evento del que él forma parte. Aunque, durante las carreras, no hay tiempo para pensar en esas cosas. Su labor le exige máxima concentración. "Puede llegar a haber más de noventa cámaras 'on board' en un mismo gran premio. En Moto GP, cada piloto lleva como mínimo una, aunque pueden ser cuatro. Es la organización la que decide qué pilotos deben ir con más cámaras y cuál ha de ser la posición en que se instalen. Luego, durante la carrera, recibo la señal de seis cámaras al mismo tiempo. A medida que me van entrando las imágenes de cada cámara, voy corrigiendo los colores. El control es remoto y se realiza por radiofrecuencia. Todo va rápido y en directo", explica el zaragozano.


Mapa descubierto


Con la celebración del Gran Premio de Aragón, Alcañiz se ha vuelto a situar en el mapa del deporte internacional, el mismo que Yuste ha descubierto durante los últimos años. "Da tiempo a hacer turismo, aunque menos del que uno desearía. Me gustan los grandes premios que son fuera de Europa. En los países europeos, aunque cambia el idioma, las costumbres son más o menos las mismas. Al contrario, cuando se viaja más lejos, se descubren culturas radicalmente distintas. Si me tuviera que quedar con algún país, escogería Estados Unidos y Australia. Aunque lugares como Malasia o Japón también merecen la pena", reconoce el aragonés, que no ve próxima la línea de meta: "Estoy bien en este trabajo, así que no me planteo cambiar".


El Maño disfrutará este fin de semana de Motorland: "Siempre es atractivo estar en tu tierra, sobre todo en un trabajo en el que viajamos tanto y tan lejos. La siguiente carrera será en Japón. Habría ido sin problemas, pero (tras el cambio de fechas por el terremoto y el tsunami) coincide con mi boda".