Decepción en el Nido

No ha podido ser. Por primera vez en doce años, desde Atlanta'96, España no tendrá representación en la final olímpica de 3.000 obstáculos masculinos, al quedar eliminados en primera ronda sus tres representantes: Eliseo Martín, José Luis Blanco y Rubén Palomeque.

La última esperanza española, Eliseo Martín, salió en la tercera y última serie. El campeón de España, héroe de los Mundiales de París 2003, donde logró la medalla de bronce, permaneció arriba junto al sudafricano Ruben Ramolefi. La aceleración del último kilómetro hizo que el de Monzón cayera al quinto puesto, y aunque ganó una plaza en la última vuelta, su tiempo de 8:23:19 le dejó fuera de la repesca.

El montisonense se mostró decepcionado al concluir la prueba argumentando que era "una pena" porque hubiera tenido opciones de entrar en la final por tiempos si su serie hubiera tenido más ritmo y los otros corredores no hubieran pasado "lento" el 2.000. "He hecho lo que he podido. He estado en 8:23, ha sido una relativa buena carrera, pero, claro, no suficiente. Hemos estado muy cerquita, pero la vedad es que estoy ahora decepcionado porque estamos acostumbrados a luchar en la final con los mejores y no poder estar ahí duele bastante", argumentó el aragonés.

La jornada no resultó propicia para el atletismo español. Perdió a Naroa Agirre en la calificación de pértiga, pero al menos metió a Mario Pestano y a Frank Casañas en la final de disco, que por primera vez en la historia tendrá dos españoles. Pero la gran sorpresa vino de la mano de Paquillo Fernández, el atleta más seguro del equipo español en la lucha por las medallas. El granadino falló en su objetivo de conseguir su séptima medalla en los 20 kilómetros marcha. El séptimo lugar de Paquillo le devuelve la frustración de Sydney 2000, donde consiguió el mismo puesto. El día se completó con la clasificación de Luis Felipe Meliz para la final de salto de longitud.