PINTURA

Sorolla y la idealización de España

Se exhiben los trabajos preparatorios de los 14 paneles que decoran la biblioteca de la Hispanic Society of America y que próximamente viajarán al Museo del Prado.

Un ciudadano graba con su vídeocámara uno de los cuadros del pintor
Sorolla y la idealización de España
EFE

El Museo Sorolla -la casa donde el pintor vivió en Madrid- inauguró este martes la exposición 'Sorolla y su idea de España. Estudios preparatorios para la Hispanic Society of America'. La muestra reúne 33 pinturas al óleo. Se trata de los trabajos preparatorios de los 14 paneles que el mecenas Archer Milton Huntington encargó a Joaquín Sorolla en 1911 y que le servirían para decorar la biblioteca de la citada institución, ubicada en Nueva York. Los 14 paneles se podrán contemplar a partir del 26 de mayo en el Museo del Prado dentro de la exposición antológica que la pinacoteca prepara sobre el artista valenciano. "Le llevó siete años el encargo", dijo el director general de Bellas Artes y Bienes Culturales, José Jiménez. "Estos trabajos resultan un buen aperitivo para lo que luego veremos en el Prado".


La muestra se articula en torno a tres ejes: el pueblo, el paisaje y los monumentos. "Sorolla elaboró a través de sus pinturas una imagen de España de fácil lectura para Estados Unidos, una imagen que se identifica con su manera de sentir y que coincide con las ideas que bullían en la época para modernizar nuestro país", explicó la directora del museo, María Luisa Menéndez Robles. Esas 'ideas', sin embargo, aparecen en contadas ocasiones. El pincel de Sorolla muestra una España vestida con trajes regionales y ausente de la más mínima crítica. "Era un esteta de la pintura", precisó la directora del museo. "Es un hombre que interpreta el mundo a través de su sensualidad, de su alegría, de su exquisita sensibilidad; en su discurso no hay grandes profundidades ideológicas".


Para realizar el encargo, Sorolla recorrió la geografía española pintando directamente del natural. Comenzó en Oropesa (Toledo), en 1912 -donde estudió los llamativos trajes de lagarterana-, y finalizó en Ayamonte (Huelva), con 'La pesca del atún' (1919). Entre medias pintó los 'Novios salmantinos' (1912), 'Tipos manchegos' (1912), 'Tipos del Roncal' (1912), 'Bailaora flamenca' (1914), 'Estudio para la cruz de Mayo' (1914) o 'El gaitero gallego'. Dentro de los paisajes cabe mencionar 'El Guadarrama' (1913), 'Campos de trigo. Castilla' (1913), 'Palmeras.


Valencia' (1916) y 'Costa de Santa Cristina. Lloret de Mar (1915).


De los óleos dedicados a monumentos resaltan la 'Vista del Tajo'.


Toledo' (1912) y el 'Castillo de la Mota. Medina del Campo' (1912).


"Castilla suponía, para Sorolla y para otros muchos intelectuales de la época, el eje vertebral de la península", dijo la directora del museo. "Castilla como centro de poder y de la administración del país, y Andalucía como lugar mágico y exótico, fue el escaparate de España que Sorolla vendió a los Estados Unidos".