ENTREVISTA DEL DOMINGO

Miguel Ángel Berna: "Soy un rebelde en medio de una sociedad muerta"

Miguel Ángel Berna camina, con paso firme, por la plaza del Pilar de Zaragoza.
Miguel Ángel Berna: "Soy un rebelde en medio de una sociedad muerta"
P. ETURA

En casa nadie cantaba ni bailaba -dice Berna-. Quizás mis abuelos. Uno era agricultor, y cantaba en el campo. El otro, camionero. La jota entró en mí sin saber cómo.

Si no dice cómo, diga cuándo y dónde.

Un día me dijeron que iban a enseñar jota en la iglesia del barrio de Santa Isabel. En el patio de esa iglesia comencé a bailar. Recuerdo a Conchita, la profesora. ¡Qué bien bailaba! También recuerdo que había muchas más chicas que chicos. Incluso algunas chicas tenían que vestirse de chicos para hacer parejas de baile. Conchita encontró en mí condiciones y me llevó a las clases que daba en el Arrabal, con gente más formada.

Con 17 años ganó el Certamen del Ayuntamiento de Zaragoza.

Paradójicamente, comencé a destacar antes en la jota cantada, pero a los 14 años lo dejé. Con 17 gané el certamen con Ana Cristina Araiz de pareja.

Los puristas de la jota le censuran con dureza.

Me duele como aragonés que soy, pero la jota está anticuada, muerta. Apenas se canta y se baila. Es muy triste, pero en la actualidad no hay en Zaragoza ni un solo local en el que un turista pueda oír o ver bailar la jota. Yo he intentado evolucionar, comunicar. El baile es eso, comunicación. Usted ahora mismo está bailando muy bien, por ejemplo.

¿Yo?

Sí, usted.

Así, sentado, con un cuaderno y un bolígrafo en la mano...

Sí, así como está. Usted pretende establecer una comunicación. Me cita en un lugar propicio para el diálogo, se expresa con ritmo, intenta explorar mi vida, me extrae ideas que considera interesantes para el lector. Una entrevista también es una obra que luego aparecerá impresa.

Continúe, por favor, el protagonista es usted.

Toda mi vida ha sido una lucha por la evolución. Quizás por eso me critican los puristas de la jota. Amo la jota, pero siempre he querido explorar otros sonidos, otros gustos, otros sabores.

El mito de la caverna de Platón.

Eso es. Encerrado solo se ven sombras. Hay que salir y ver la luz, viajar, conocer nuevos ritmos, nuevas formas de arte. Por ese motivo creé la compañía Danza Viva.

También coincidió con Antonio Canales.

Eso fue posterior. Canales es un artista de los pies a la cabeza. Intenta experimentar continuamente. Se fue a París, vio lo que había y lo aplicó al flamenco. Joaquín Cortés también me parece un gran bailarín. Me encantan Aída Gómez y Lola Greco.

Tras su trabajo con Carlos Saura, y éxitos como 'Rasmia' o 'Mudéjar', ahora se reencuentra con un creador excepcional, Goya.

En junio estrenamos en el Principal 'El sueño de la razón produce monstruos'. Me apasiona la figura de Goya. Es un artista universal. Retrata perfectamente al ser humano. Otro dato que subrayaría es que muere exiliado, invadido por el dolor, por la impotencia para soportar lo que sufre. Es un rebelde ante la sociedad que ve.

Admira usted a Goya, y admirar es identificarse.

Sin ninguna duda. Yo también soy un rebelde en medio de una sociedad muerta, obsoleta, anticuada. No me rindo. Sigo mirando hacia adelante, aunque cuando me gire no vea nada.