Tercer Milenio

En colaboración con ITA

COCINA

Carmelo Bosque cree que su equipo ya está preparado para el relevo

El chef altoaragonés le dedica ahora más tiempo al restaurante La Granada, en Zaragoza.

El cocinero en su lugar de trabajo
Carmelo Bosque cree que su equipo ya está listo para el relevo
JAVIER BLASCO

"Estoy repartiendo mi tiempo entre el Lillas Pastia, en Huesca y el restaurante La Granada de Zaragoza. Vamos a interrelacionar las recetas de un sitio en otro", afirmó ayer el cocinero Carmelo Bosque, que desde hace unos meses está prestando especial atención a los fogones que tiene en la capital de Aragón.

De esta forma el chef altoaragonés rectificaba el anuncio de dejar la cocina del restaurante del Casino de Huesca que había hecho menos de veinticuatro horas antes, en el contexto de la cena que clausuró el VI Taller de Gastronomía, provocando el revuelo entre los comensales. "Mi cocina está aquí. Para mí no hay nada mejor que el Lillas Pastia. No puedo abandonar mi espacio natural, donde me he hecho como cocinero", afirmó ayer Bosque para quien el equipo es el principal valor de Lillas.

De hecho, este emblemático restaurante, que ha tenido una estrella Michelin, ha sido su "sueño cumplido" a pesar de las muchas dificultades que cada día debe superar, junto con todo su equipo, debido a los graves inconvenientes que tiene el edificio, de propiedad municipal, con más de cien años de antigüedad y las limitaciones al estar declarado bien de interés cultural.

"Durante la cena de clausura de los talleres tuvimos que subir 800 platos por una escalera de 17 peldaños para llevarlos de la cocina al comedor. Las ventanas están selladas con cinta aislante...", lamentó Bosque. En su día planteó al Ayuntamiento de Huesca la opción de proyectar una nueva cocina en la primera planta, donde está el comedor, lo que permitiría nuevos servicios de atención al público, que hasta ahora solo se hacen de forma esporádica, como el servicio en la terraza. Pero no hubo acuerdo. Ahora, la posibilidad de hacer inversiones para mejorar la cocina y otras instalaciones están, de momento, frenadas ante el próximo vencimiento de la concesión y la exigencia legal que tiene el Ayuntamiento de convocar un nuevo concurso público".

"Debo devolverles algo"

Carmelo Bosque defiende el proyecto del Lillas Pastia y se empeña en afirmar que es un logro de todo el equipo. La mayor parte de sus más estrechos colaboradores llevan trece y hasta veinte años trabajando junto a él, como Roberto Aragón, Chema Penella, Diego Ayuso, el autor de la cena de clausura del Taller de Gastronomía, o Enrique Ciria. Fue pensando en la gran labor realizada esa noche cuando Bosque expresó su convicción de que "hay que ser generoso y dar paso a este nuevo equipo con el que estoy a diario codo con codo, y que creo que pueden llevar adelante el proyecto del Lilas Pastia. Todos ellos son personas muy especiales para mí, que me han dado toda su vida y creo que debo devolverles algo. Para mí constituyen el mejor relevo que podría encontrar", dijo Bosque, tras lo que aclaró que eso no significa que no vaya a cocinar más en el Lillas.

El chef oscense no quiere ahora hacer distinciones, "somos cocineros en Aragón", dijo, "y Aragón es tanto Huesca como Zaragoza y Teruel. Llevo dos meses y medio subiendo y bajando casi a diario y atendiendo el Lillas Pastia y La Granada, y en Zaragoza llevamos abiertos 10 años". Comentó que por encima de todo su interés está en los fogones "y los cocineros nos dejamos llevar por la emociones y unas veces lo hacemos más a gusto en un sitio que en otro, pero lo importante es el trabajo", aseveró.

Con dos estrellas Michelin en su carrera, este cocinero que dio sus primeros pasos en la restauración como camarero, reconoció que cuando empezó "tenía un sueño que era hacer del Lillas Pastia una referencia dentro de nuestra Comunidad y también a nivel nacional". Un sueño cumplido sobradamente, y que, de alguna manera, quiere también trasladar a La Granada, donde está poniendo especial énfasis. "Mi ilusión y la ilusión de todos los cocineros es que Aragón tenga una gastronomía sobresaliente y creo que lo conseguiremos".