Este viernes desembarcó en Zaragoza 'La Bella y la Bestia', el talismán de la directora de Stage Entertainment en España. Julia Gómez Cora pasó de trabajar en un banco a llevar el timón de la productora que se propuso implantar la pasión por los musicales en España. La apuesta por títulos potentes y actores de calidad ha dado sus frutos y nadie puede discutir el éxito de producciones como 'El Rey León', 'Mamma Mia' o 'Cabaret'. La responsabilidad de la argentina es clave, ya que se encarga de la elección de la programación, los títulos y los lugares de representación.

Quién te iba a decir, cuando trabajabas de economista en un banco, que acabarías siendo la responsable de convertir Madrid en el Broadway de habla hispana.

El salto fue un poco por casualidad. Hace 20 años el mundo del ocio no era una opción para los licenciados en economía y gente de negocios. Hoy representa el gasto per cápita más alto en muchos países. Es un sector con un gran potencial y además es muy entretenido trabajar en él, te atrapa y te enamora. Cuando empecé me di cuenta de que era mi vocación, de que no había nada más agradable y satisfactorio que trabajar entreteniendo a la gente, dando un rato de magia. Quizás sea menos rentable que otros sectores, pero para mí es plenamente satisfactorio.

Hace unos años los musicales no eran precisamente el género de moda en España. La dificultad que conlleva conseguir entradas para 'El Rey León' en Madrid demuestra que Stage acertó con la apuesta. ¿Cómo supisteis verlo?

En Broadway los musicales representan el 80% de la taquilla y la gente viaja desde todo el mundo para verlos. En España, sin embargo, no había esas grandes producciones y decidimos apostar por trasladar aquí esa calidad y esa espectacularidad. Y acertamos. El musical ha conectado muy bien con el espectador español y Madrid se ha convertido en un punto de destino.

Y ahora también acercáis vuestras producciones a otras ciudades, como es el caso de 'La Bella y la Bestia'.

A los cinco años de haber posicionado los musicales en Madrid empezamos a poder salir a otras ciudades. Ahora está de gira 'La Bella y la Bestia', que es mi talismán. Es la primera obra que produje y con la que comencé. La he hecho siete veces pero esta es la mejor compañía que hemos tenido. Muchos de los actores que forman parte del elenco vienen de 'Los Miserables' que, por cierto, también empezará a girar este año y llegará a Zaragoza en 2014. Si algo bueno ha tenido la crisis es que antes era muy difícil que los actores de primera categoría saliesen de Madrid. Ahora, sin embargo, un montón de actores excepcionales están dispuestos a viajar y eso nos ha permitido tener una 'Bella y la Bestia' como nunca la habíamos tenido.

¿A qué crees que se debe el éxito de vuestros musicales?

En un mundo donde las energías están cada vez más presentes, el ser humano valora cada vez más las satisfacciones del directo. Además, los musicales llegan a todo el mundo, son visualmente preciosos, impactantes, tienen historia, música... siempre te entran por algún lugar. En Stage apostamos por títulos muy potentes porque la gente busca refugios y valores seguros. Cada vez se sale menos y se elige más, buscan cosas que realmente valgan la pena. Y por eso, a pesar de la crisis, nos esforzamos por llevar la máxima calidad con títulos fuertes y estamos viendo la recompensa. Pero lo fundamental en un musical es la historia, si no la hay, nada justifica la espectacularidad.

Entonces, eso de "los musicales me aburren"...

Hace muchos años que no oigo decir eso. Antes quizás lo decían más los hombres y venían para contentar a sus parejas. Luego resulta que salen más sorprendidos y habiendo disfrutado más que la mujer que los arrastró. No hay nada mejor que venir al teatro con bajas expectativas. Generalmente el primer musical que ves te impacta tanto que se suele convertir en tu favorito, aunque cada uno tiene su tipo de público. En 'Cabaret' es la primera vez que vi a cuatro hombres solos juntos. En 'Hoy no me puedo levantar' vi por primera vez venir a gente joven en zapatillas al teatro como si fuesen a un concierto de rock. En 'Mamma mia' el 80% del público eran mujeres.

Conseguir 'El Rey León' era tu principal objetivo. ¿Qué te queda ahora?

Mantengo sueños. Ahora quizás sueño con espectáculos menos ambiciosos en lo económico pero más en lo artístico y por ende más difíciles comercialmente. Me haría mucha ilusión llevar a cabo 'Next to normal' (Casi normales), una pieza en la que solo participan seis actores y cuatro músicos. Habla de una madre bipolar y es tremendamente impactante emocionalmente. Estoy intentándolo pero es un título muy desconocido. 'El Rey León', sin embargo, sabía que era la meca de los musicales, aunque pensé que era imposible. Lo cambió todo en Broadway y era mi gran sueño que los españoles pudiesen verlo y, sobre todo, entenderlo.

¿Te sigues emocionando?

Mi trabajo es tremendamente adictivo y satisfactorio. Puede que hoy me siente a ver 'La Bella y la Bestia', que sea la vez número 500 que la veo y estaré repitiendo cada línea de las canciones. El día que deje de sentirlo no podré seguir aquí. Me sigue ilusionando y haciendo vibrar pero lo que más me gusta es ver las caras de las familias y parejas que van al teatro y descubren la magia del musical.