Cine

Cines Renoir, la gran desilusión

Las salas de cine de la calle Luis Bermejo cerraron sus puertas definitivamente con una última sesión a la que acudieron representantes de la cultura aragonesa.

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P. ZAPATER

Nadie hablara de los Renoir cuando hayan muerto. Las salas de cine de la calle Luis Bermejo cerraron sus puertas definitivamente. Un espacio frecuentado por cinéfilos asiduos que se conocían, se saludaban y conversaban con el personal de la sala sobre los últimos estrenos de la cartelera. Enamorados del séptimo arte que ven como se cierra una nueva puerta cultural en Zaragoza, “la ciudad del cine“.


En su último día de existencia, los Renoir registraron una entrada algo mayor que en días anteriores, pero tampoco se llenaron sus salas. Varios zaragozanos se acercaron para dar el último adiós a los cines viendo alguna de sus últimas cinco películas exhibidas, y apoyar a sus trabajadores firmando en carteles.


Entre los asistentes, estaban representantes de la vida cultural, como la escritora Eva Puyó, la gestora cultural Vicky Calavia e Iguazel Elhombre, presidenta de Procura y miembro de +Cultura, para quien el cierre de las salas supone un nuevo revés a la cultura. Elhombre apoya la iniciativa surgida en Mallorca para quedarse con los cines Renoir de la capital balear, a través de una cooperativa que gestione las salas.


Juan Carlos Ajenjo, de la Tertulia Cinematográfica Perdiguer, “es un día muy triste, pero la ilusión continúa, el cine sigue”. “Aquí hemos pasado grandes momentos cinematográficos“, afirmó. Respecto a la iniciativa de Mallorca, Ajenjo expresó que la iniciativa podría funcionar en un principio, sin embargo se mostró pesimista porque “esto no es Mallorca. No hay tanto extranjero que acuda a las proyecciones en versión original“.


La propuesta de crear una cooperativa no es sencilla, como apuntó Toni Alarcón, coordinador del Aula de Cine de la Universidad de Zaragoza. “Hay que conocer las condiciones de la empresa respecto al local y su equipamiento para saber si es viable seguir proyectando.


El presidente de la ACA (Asamblea de Cineastas Aragoneses), José Ángel Delgado también asistió a la última sesión resignado, y recordó que “los Renoir siempre estuvieron dispuestos a colaborar con el cine aragonés“.


Antonio Tausiet, miembro de la ACA añadió que “hay que seguir apostando por el cine, porque en Aragón hay mucha gente interesada en el séptimo arte, por mucho que los empresarios y las instituciones le den de lado, es muy importante no perder el espíritu. Debemos unirnos. Cada vez, más“, concluyó.


Por su parte, Luis Ortego, historiador del arte y cinéfilo, señaló la alarmante desaparición de salas desde el comienzo del nuevo siglo, algo que “afectará considerablemente en la variedad de películas que se verán”, afirmó


Sergio Casado, empleado de los Renoir, cortaba ayer sus últimas entradas con cierta tristeza, pero con el brillo de la aventura y los nuevos proyectos en su mirada. “Qué le vamos a hacer. Esto es algo que sabíamos que ocurriría. Es una lástima, después de tantos años y tantos buenos recuerdos”. Algunos de ellos, podrían formar parte de su próximo libro.

Hola y adiós, con cine aragonés

Los cines se inauguraron con ‘Niño nadie’, filme del aragonés José Luis Borau, el 22 de enero de 1997; y se han despedido con otra película aragonesa en cartel: ‘De tu ventana a la mía’, de la zaragozana Paula Ortiz.


‘Hotel Marigold’, ‘The Artist’ y ‘Las malas hierbas‘, han sido las últimas en proyectarse. En la taquilla, en el hall, antes de entrar a cada sala, se escuchaban las mismas palabras: “Mucha suerte, es una pena que cerréis”.


El cine es cultura, Y es mucho más de lo que se puede explicar: es un amor secreto, una pasión a oscuras, una emoción silente que poco a poco se apaga. Sí, sí, aquí, en la ciudad donde nació el cine español. “El mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos”.